Chequeos: Revisiones médicas anuales. Prevenir es salud, cuidado de nuestro cuerpo que está en nuestras manos, sobre todo a medida que ganamos en años. Controlar el peso, la talla y la tensión arterial nos ayudará a controlar los riesgos de sobrepeso, obesidad y patologías cardiovasculares y cerebrovasculares. De igual manera, debemos revisar nuestra vista y oído al menos una vez al año. En el caso de las mujeres, muy importante prevenir el cáncer de mama con una visita periódica al ginecólogo y, a partir de cierta edad, la realización de mamografías.
Aprender a cuidar nuestro cuerpo es invertir en salud. Por ello, los chequeos o revisiones médicas anuales, sobre todo a medida que nos hacemos mayores, son importantes. Controles sencillos y rutinarios que pueden ayudarnos a adelantarnos al diagnóstico de patologías o problemas de salud.
Así, dos de las variables de la salud que debemos controlar es el peso y la talla, las cuales determinan el Índice de Masa Corporal (IMC). Cuando este índice está entre 20 y 25 (peso normal o correcto), hay que intentar mantener el peso. Para ello, basta con seguir una dieta sana, variada y equilibrada acompañada de la práctica de ejercicio físico. Con un IMC entre 25 y 30 se suele recomendar perder peso mediante dieta y ejercicio. Si es superior a 40, el tratamiento deberá ser más severo ya que estaríamos ante un caso de obesidad mórbida.
La hipertensión arterial se puede controlar. Afecta a todas las edades, aunque es más común a partir de los 40. La tensión arterial es la presión con la que fluye la sangre a través de las arterias (presión sistólica y diastólica).
Densitometría ósea y mamografía
En el caso de las mujeres, y con la aparición de la menopausia, aumenta el riesgo de osteoporosis o pérdida de masa ósea. Esto, en otras palabras, incrementa los riesgos de fracturas. Para ello, lo más recomendable es realizar una densitometría ósea, una prueba para medir la masa ósea.
Otra revisión importante y aconsejable para las mujeres es la ginecológica, al menos una vez al año. En el caso de la mamografía consiste en observar el tejido mamario a través de una radiografía del pecho. Las mamografías permiten detectar en fases iniciales la aparición de un cáncer de mama, aumentando notablemente las probabilidades de ganar la batalla a uno de los tumores femeninos más frecuentes. Es aconsejable hacerse la primera mamografía a los 40 y repetirla, cada tres años, hasta los 50.
Por su parte, la citología vaginal es una prueba sencilla y rápida, aunque en algunos casos molesta, para descartar los riesgos de cáncer de cérvix o cáncer de cuello uterino. El mejor momento para realizar esta prueba es entre los días 10 y 20 después del primer día de la regla o en cualquier momento después de la menopausia.
Examen ocular
Evaluar la salud de nuestros ojos nos permitirá evitar o diagnosticar de manera rápida los problemas de la visión, en los cuales influye directamente la edad ya que nos hacemos más vulnerables a padecer glaucoma (incremento de la presión intraocular que puede provocar pérdida de visión), degeneración macular (deterioro de las células de la retina) o cataratas (pérdida de transparencia del cristalino).