En algún momento de nuestra vida hemos atravesado una fase donde nuestro cuerpo no respondía como debería y nos faltaba energía
Qué pereza da hacer cualquier tipo de cosa cuando nos sentimos cansados. Y sobre todo, que malestar sentimos cuando no rendimos al cien por cien de nuestras posibilidades. Seguro que en muchas ocasiones nos hemos sentido de esa manera sin poder contestar a la pregunta clave en estos momentos, ¿por qué estoy tan cansado? Más si cabe cuando estamos seguros de que no necesitamos esa gasolina que nos produce las horas de sueño.
Esta sensación puede venir provocada por elementos externos a nuestro organismo de los cuales no realizamos un buen uso. No tener una buena calidad del sueño nos produce agotamiento, en muchos casos provocado porque nos quedamos demasiado tiempo en el sofá viendo la tele, no se trata de ninguna dolencia. Igualmente, no tener una buena alimentación provocada por el ritmo de nuestra rutina, porque queremos adelgazar sin llevar un plan adecuado o porque simplemente no tenemos cuidado con los productos que ingerimos, también puede ocasionar esa merma de energía necesaria para llevar adelante nuestra jornada.
Partiendo de lo anteriormente comentado, ese ritmo de vida tan ajetreado, eso también puede derivar en un cansancio extremo. Ese estrés de la jornada laboral y la personal, centrada en la familia, hace que no rindamos al cien por cien y que no podamos llegar a todas las necesidades que tenemos.
Son varios los factores que pueden incidir en el cansancio
Si tus problemas son estos y no responden a una patología más importante, la solución puede estar a la vuelta de la esquina. En el caso de la alimentación, debemos no ingerir esos alimentos que contengan una elevada cantidad de azúcares. Esos pueden incidir en un chute de energía momentánea pero también pueden repercutir en negativo y tener un bajón cuando se evapora.
Procura mantener una dieta equilibrada, no solo en variedad alimenticia sino igualmente en cuanto a nutrientes, vitaminas y proteínas. El agua también es vital en este aspecto ya que no podemos estar falto de ella, nos llevaría a un descenso importante de energía. Y antes de hablar de tu descanso, tenemos que incidir en cómo te levantas. Un buen desayuno es la pieza clave para que la pirámide se mantenga firme y fuerte.
Para las horas de sueño, céntrate en mantener las ocho horas recomendables para que el descanso pueda surtir efecto. Ya tendrás tiempo de mirar esa serie que tanto deseas terminar durante el fin de semana porque lo primero es lo primero. Evita tener una actividad constante y activa las horas previas a introducirte en la cama para que puedas llegar a ella con una actitud predispuesta al descanso.
El sueño es el principal nutriente de nuestra energía y sin él seguro que podremos alcanzar las metas que tenemos que coronar el día siguiente. También tienes que estar al tanto de sus contraprestaciones, ya que si ejercemos un descanso desmedido podemos tener un efecto contrario.