La candidiasis infantil o algodoncillo es una infección común en los niños, sobre todo en bebés hasta los seis meses, de fácil tratamiento. La candidiasis en niños está causada por la candida albicans, un hongo que se encuentra en la boca, en el tracto intestinal, en la piel y en la zona genital. Debido a la todavía inmadurez del sistema inmunitario del bebé tiene más probabilidades de crecer y expandirse.
La candidiasis infantil puede manifestarse en la boca, en la piel (axilas, cuello, uñas) o en la zona del pañal. En el caso de los recién nacidos la candidiadis puede adquirirse a través de la madre, pero hay otras causas que explican esta infección por hongos en los niños.
Causas de la candidiasis en niños
Las principales causas de la infección por cándida en bebés y niños son:
- Cándida por parto. Cuando la madre tiene candidiasis vaginal el bebé puede adquirir la infección en el momento del parto. De hecho es una infección común en el embarazo debido a los cambios hormonales.
- Candidiasis durante la lactancia. La cándida es un hongo que busca las zonas más húmedas, y el pezón de la madre o la boca del bebé reúnen las condiciones idóneas.
- Cándida por antibióticos. La toma de antibióticos es uno de los factores que aumenta los riesgos de candidiasis al alterar la flora de la cavidad bucal. Antibióticos que en el caso de los niños se administran en caso de otitis o faringitis.
Síntomas de la candidiasis en niños
Los signos y síntomas más comunes de la infección por cándida en niños son:
- Aparición de unas manchas blancas y aterciopeladas en la lengua, paladar, encías y zona interior de las mejillas. Se pueden confundir con restos de leche cuajada en la boca.
- Sensación de ardor en la boca que puede hacer que el niño no quiera comer.
- Molestias al tragar.
- Exceso de salivación.
- Cuando afecta a la zona del pañal del bebé causa enrojecimiento e inflamación. Puede empeorar la dermatitis del pañal.
Tratamiento de la candidiasis en niños y bebés
Aunque no es una infección grave la candidiasis se debe tratar para evitar las molestias. Unas sencillas recomendaciones del pediatra ayudarán además a prevenir recaídas:
- Aplicar un gel o producto de uso tópico en la zona afectada varias veces al día durante una semana (media antes o después de las tomas o comidas).
- Esterilizar las tetinas del biberón y chupetes.
- Limpiar bien los objetos que utiliza el bebé.
- Lavarse siempre las manos antes de dar el pecho o biberón.