Cáncer de mama: Terapia con estrógenos, ¿perjudicial?

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Cáncer de mama: Terapia con estrógenos, ¿perjudicial? Las terapias con estrógenos de uso prolongado, es decir, durante un periodo superior a los diez años, pueden constituir un factor de riesgo en el desarrollo de uno de los tumores femeninos más frecuentes, el cáncer de mama. No solo la terapia con estrógenos puede resultar perjudicial, sino también la combinada con progesterona de uso prolongado. Terapia que se utiliza, por ejemplo, para combatir los temidos sofocos de la menopausia, entre otros síntomas.
 
Las terapias hormonales con estrógenos y, en concreto, su uso prolongado durante un periodo que supera los diez años pueden estar detrás de los factores de riesgo de desarrollar un cáncer de mama, uno de los tumores femeninos más frecuentes, pero también, y esto es importancia subrayarlo, uno de los que registra una de las tasas más altas de supervivencia y batallas ganadas al cáncer. Mayores niveles de supervivencia que, en gran medida, están relacionados con el diagnóstico y la detección precoz, así como con los avances en investigación, siendo esta nueva recomendación a tener en cuenta por los médicos y oncólogos resultado de los estudios llevados a cabo por la Asociación Estadounidense para la Investigación del Cáncer.
 
Hasta ahora se había constatado que las terapias que combinan estrógenos y progesterona (siendo la píldora el método hormonal más común) no debían prolongarse durante un periodo de diez años. Sin embargo, la duda estaba en si el estrógeno por sí solo también podría resultar contraproducente a largo plazo. La respuesta ha sido que a mayor tiempo con la terapia de estrógeno, mayor puede ser el riesgo de influir en el desarrollo de un cáncer de mama, un tumor del que, según datos médicos, solo en nuestro país se diagnostican una media de 44 cánceres al día.
 
Los datos del estudio presentado este año son bastante reveladores. Así, mantener un tratamiento entre 10 y 15 años de estrógeno más progesterona puede elevar hasta un 80% el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Un porcentaje que se sitúa en torno al 20% en el caso del tratamiento solo con estrógeno. Aumentar el tiempo de uso de la terapia hormonal más allá de los 15 años, aunque solo sea con estrógeno, duplicaría los riesgos.
 
No es la primera vez que los estrógenos están en el punto de mira por su influencia en el desarrollo de tumores no solo de mama, también de pulmón, si bien en este caso, la relación va incluso más allá, ya que es la unión entre los estrógenos y el humo la que provocaría su desarrollo.
 
No obstante, hay que tener en cuenta que hay otros muchos factores que también influyen en el desarrollo de un cáncer mamaria, factores que van desde el propio estilo de vida, a la frecuencia de las revisiones y mamografías o, incluso, a la herencia genética.
 

Terapia hormonal

Las terapias hormonales se prescriben en algunos casos para aliviar las molestias o trastornos propios de la menopausia, para compensar la falta de estrógeno, la hormona femenina que producen los ovarios desde la pubertad hasta el último ciclo menstrual. Asimismo, las mujeres que hayan requerido una intervención para extirpar los ovarios también pueden recurrir al tratamiento hormonal. Las mujeres a las que se les ha extraído el útero solo pueden tomar estrógeno.
 
La terapia hormonal, además de ayudar a reducir los síntomas provocados por la disminución de los niveles de estrógeno (sofocos, resequedad vaginal, entre otros), también ayudan a controlar los riesgos de osteoporosis. No obstante, antes de tomar una decisión sobre la terapia hormonal, es aconsejable consultar al médico o ginecólogo, tanto para valorar su estado de salud como las ventajas e inconvenientes, ya que no hay que olvidar que la terapia se debe ajustar (dosis, tiempo de duración) a las necesidades de cada mujer. La terapia se puede administrar de diferentes maneras, ya sea por vía oral, vaginal (anillo, crema) o transdérmica, es decir, a través de la piel.

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