¿Qué puedes hacer por tu cuerpo para retardar el efecto de los cambios en la mujer a partir de los 35 años? El paso del tiempo es inevitable, pero lo que sí está en nuestras manos es conocer cómo influye en la salud y cómo afrontar los cambios físicos de la edad.
Mantener unos hábitos saludables, en especial llevar una dieta equilibrada y realizar una actividad física de forma regular, contribuye a reducir los efectos de los cambios que se producen en el cuerpo y, con ello, el riesgo de padecer enfermedades.
¿Cómo cambia el cuerpo a partir de los 35?
A partir de los 35 años hay una serie de señales que conviene no subestimar, signos de los cambios físicos y emocionales propios de la edad, y como tal hay que afrontarlos.
El metabolismo se ralentiza
¿Cómo evitar engordar a partir de los 35? Una pregunta común, porque a partir de esta edad resulta más difícil adelgazar. El motivo es que el metabolismo se ralentiza y el cuerpo quema menos calorías. A esto hay que sumar la pérdida de masa muscular, por lo que es importante adaptar la dieta y realizar ejercicio físico.
La grasa se acumula en el abdomen
A partir de los 35 el cuerpo no solo tiende a acumular más grasa, sino que la tendencia es a hacerlo en la zona abdominal, siendo más complicado mantener un vientre plano. Una redistribución de la grasa motivada por los descenso de las hormonas.
Descenso de la fertilidad
A partir de los 35 se reducen considerablemente las probabilidades de lograr un embarazo natural, uno de los motivos por lo que antes de retrasar la maternidad conviene calcular la reserva ovárica para saber hasta cuándo podrás ser madre. Con la edad desciende la cantidad de óvulos. Cada mujer tiene una reserva ovárica determinada. Según datos médicos, al inicio de la pubertad la reserva se sitúa en 400.000 óvulos, de los que a los 35 años únicamente quedará el 10%, a lo que se suma que serán de peor calidad.
Pérdida de elasticidad en la piel
La pérdida de masa y tono muscular que se acentúa a partir de los 35, si no practicamos actividad física, se notará especialmente en los brazos y piernas. La piel comienza a perder elasticidad por el descenso de la producción de colágeno, la proteína que sostiene y da forma a los tejidos.
La edad influye en la hipertensión arterial
A partir de los 35 conviene realizarse chequeos rutinarios, en especial para controlar los niveles de hipertensión y de colesterol. La edad nos hace más vulnerables a padecer determinados problemas de salud, máxime si añadimos otros factores de riesgo como el estrés o una alimentación desequilibrada.
Riesgo de fractura por osteoporosis
Si tienes tendencia a las fracturas, conviene consultar al médico porque puede ser una señal de alerta de riesgo de desarrollar osteoporosis. Una dieta rica en calcio y realizar ejercicios para ganar fuerza muscular previene el desarrollo desde etapas tempranas.
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