Bruxismo: Síntomas y tratamiento de este hábito

Bruxismo: Síntomas y tratamiento de este hábito. El bruxismo es el acto de rechinar o apretar fuertemente los dientes de forma inconsciente durante el sueño o estando despierto. Aunque guarda una relación estrecha con el estrés y la ansiedad, existen otras causas que pueden llevar a padecer bruxismo, un hábito que produce el desgaste de los dientes y que, si no se diagnostica a tiempo, puede poner en riesgo nuestra salud dental con fracturas dentales y dolores musculares. El bruxismo es un acto involuntario, siendo el nocturno el más difícil de controlar.
 
Al igual que cuidamos nuestra piel, nuestra alimentación y nuestro cuerpo, debemos prestar especial atención a nuestra salud dental. Cuidados que van más allá de un buen cepillado tres veces al día o de conseguir un blanqueado radical de nuestros dientes, ya que ésta puede verse afectada por algunos hábitos que requieren de un diagnóstico precoz. Estamos hablando del bruxismo, el cual puede causar dolores en la mandíbula y boca. Consiste en apretar o rechinar los dientes de manera involuntaria, lo que produce no solo el desgaste de las piezas dentales, sino que puede provocar fracturas serias.
 
Al apretar los dientes también ejercemos una presión sobre los tejidos, los músculos y sobre la mandíbula. Los síntomas del bruxismo van desde el estrés y la ansiedad, los dolores de oído, dolores de cabeza, pérdida de apetito, problemas para conciliar el sueño y extrema sensibilidad en los dientes.
 
El tratamiento, una vez diagnosticado, pasa en primer lugar por seguir una serie de pautas encaminadas a reducir el hábito de rechinar los dientes, tales como:

• Beber mucha agua o líquido.
• Dormir al menos 8 horas al día y cuidar la alimentación, evitando alimentos duros.
• Evitar el estrés (practicando algún de tipo de actividad física) y olvidarse del tabaco, así como del alcohol y café. Sustitúyelo por infusiones relajantes antes de dormir.
• Para aliviar las molestias en la mandíbula y cara es aconsejable darse masajes en el cuello, cara y hombros, para relajar los músculos. También es un buen remedio aplicarse calor o frío en la zona de la mandíbula dolorida.
• Y, lo más importante, evitar las situaciones de ansiedad y tensión.

A esto, los dentistas también suman la colocación de un protector o férula dental, elaborada a la medida de la dentadura, durante las horas de sueño. En ocasiones, también puede ser necesario colocar algún tipo de corrector o tratamiento de ortodoncia para corregir desviaciones de los dientes.