El dolor de cuello es síntoma de artrosis cervical, el cual además suele ir acompañado de rigidez muscular y dolores de cabeza.
La artrosis es una enfermedad crónica de las articulaciones y degenerativa. A medida que envejecemos, tenemos más posibilidades de padecer esta patología.
La artrosis cervical, tal y como su nombre indica, se localiza en la columna cervical, y es consecuencia del deterioro de las articulaciones. Afecta principalmente al cuello y a los hombros, imposibilitando su movimiento sin sentir una tensión o dolor. Ya que al mover o estirar el cuello es cuando el dolor aumenta, lo más aconsejable de entrada, es mantener reposo.
No obstante, se recomienda acudir al médico para tener un diagnóstico certero y determinar el tipo de tratamiento a seguir para evitar que los síntomas se agraven. De hecho, la artrosis es una enfermedad lenta, presente en algunos casos antes de que aparezcan los primeros dolores.
Además, en algunos casos, la artrosis conlleva sensación de pérdida de equilibrio, vértigos y mareos por dolor de las cervicales. Cuando el dolor persiste, también puede extenderse a los hombros y a los brazos.
Los síntomas de la artrosis cervical pueden ser agudos o crónicos.
- Agudos: Los dolores y las molestias del cuello remiten en unos días, a medida que nos movemos mejor.
- Crónicos: El dolor puede durar semanas. Además, aunque remita, vuelve a aparecer al poco tiempo.
La columna cervical no es la única parte del cuerpo que puede verse afectada. También se da artrosis de rodilla, de caderas o de manos.