Los antibióticos naturales son una ayuda extraordinaria para nuestra salud, especialmente para la protección de nuestro sistema inmunológico. Además, tomar antibióticos con frecuencia genera un gravísimo problema: la resistencia a los antibióticos. Por todo esto, ¿sabes cuáles son los antibióticos naturales y qué pueden hacer por tu bienestar? Te lo contamos.
Sustancias naturales que ayudan al cuerpo y que son capaces de aumentar las defensas. Pero, ¿cuáles son? Y, sobre todo, ¿dónde se encuentran? El propóleo o própolis, el extracto de semilla de pomelo o el aceite de árbol de té son tres ejemplos de antibióticos naturales. El propóleo es apreciado por sus efectos antibacteriano y antiinflamatorio, siendo particularmente útil en la prevención y alivio de los síntomas de los resfriados. Vamos a ver más detenidamente cuáles son las sustancias que componen la lista de antibióticos naturales y a los que puedes recurrir en más de una ocasión.
Antibiótico natural: propóleo
El propóleo puede ayudar a aliviar los resfriados comunes, el dolor de garganta e, incluso, el dolor de muelas. Tiene propiedades curativas y es capaz de estimular los recursos inmunitarios del organismo. En dosis bajas, el propóleo puede bloquear las bacterias y, en dosis más altas, conseguir que mueran. El propóleo, además de un antibiótico natural contra catarros y gripes, es un antioxidante excepcional para combatir los efectos de los efectos de los radicales libres.
Antibiótico natural: extracto de semilla de pomelo
Dentro del botiquín casero, deja sitio para un antibiótico natural como el extracto de semilla de pomelo, capaz de bloquear a toda una legión de bacterias. Este extracto se utiliza tanto para mitigar los síntomas de la gripe, como en infecciones gastrointestinales y en algunas infecciones fúngicas, especialmente cuando estas patologías se producen por un debilitamiento del sistema inmune. Podemos encontrar el extracto de semilla de pomelo en forma de suplementos.
Antibiótico natural: aceite de árbol de té
El aceite del árbol del té es un aceite esencial, entre cuyas propiedades se le reconoce ser un antibacteriano muy eficaz, además de antiviral y antifúngico. Está especialmente recomendado para tratar problemas de irritación de la piel, como las quemaduras; así como para la gingivitis, los herpes y las picaduras de insectos.
Antibiótico natural: ajo
El ajo, por sus propiedades, también se ha ganado estar en la lista de antibióticos naturales eficaces. De entrada, es rico en minerales y vitaminas (A, B1, B2 y C), y se puede considerar un agente bactericida y antiséptico. El ajo ayuda a limpiar la sangre.
Antibiótico natural: miel
La miel, el néctar de las abejas, es uno de los remedios naturales que debemos tener siempre a mano por sus extraordinarias propiedades curativas. De entrada, la miel es un excelente supresor de la tos –tan molesta como irritante-. Tiene efectos antibióticos y admite un uso tópico para la piel. No deben pasarse por alto sus propiedades antiinflamatorias, por lo que también es un buen remedio contra las picaduras de insectos. Además, en este caso es un buen remedio para administrar a los niños. Y, por último, aunque no por ello menos importante, la miel es rica en polifenoles y, por lo tanto, actúa contra los efectos de los efectos de los radicales libres. Si tienes acné, aquí tienes un aliado natural.
Antibiótico natural: plata coloidal
Aunque menos conocida, la plata coloidal es un buen aliado tanto de la salud como de la belleza. Esta sustancia es apreciada por sus efectos regeneradores de la piel, actuando como un antibacteriano, antiviral y antifúngico. Antiguamente se utilizaba para hacer gárgaras, lavados vaginales y para desinfectar la piel en caso de heridas y quemaduras.
Antibiótico natural: limón
El limón también cuenta con algunas interesantes propiedades que le convierten en un buen antibiótico natural. En concreto, puede ser utilizado para aliviar los síntomas de la bronquitis, mezclado con un té de hierbas con ajo. Actúa contra los gérmenes y ayuda a bajar la fiebre.
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