Andar descalza: ¿Es beneficioso o perjudicial? Si tenemos un pie sano, y andamos descalzas por una superficie donde no haya riesgo de resultar dañado, este hábito puede reportarnos una serie de interesantes beneficios. ¿Sabías por ejemplo que puede ayudar a aliviar los dolores de espalda? Ejercitar nuestro pie, moverlo, es fundamental, no en vano no podemos olvidar que estamos hablando de más de una veintena de huesos y más de un centenar de tendones, músculos y ligamentos. Los expertos recomiendan andar descalzo en torno a una media hora ó 45 minutos al día.
De entrada, andar es el ejercicio más natural, y andar descalza nos reportará algunos beneficios extras para nuestro cuerpo. Eso sí, tal y como recomiendan los expertos es un hábito saludable si nuestro pie está bien (no ha presencia de lesiones u otras alteraciones, incluso tener la piel muy sensible) y si lo hacemos cumpliendo alguna condición, como por ejemplo el terreno sobre el pisamos. La hierba, la arena de la playa, son dos de las mejores superficies para andar descalza. Dos escenarios que no siempre tenemos al alcance de la mano, así que siguiendo las recomendaciones de los expertos, lo aconsejable es andar descalza sobre una superficie no demasiado dura o en lugares públicos (gimnasios, piscinas…). Superficies más bien blandas, en las que se hunda el pie, es la elección más acertada. Tampoco es aconsejable andar sin zapatos ni calcetines sobre un suelo como el vinilo, ya que puede recalentar la planta del pie.
Asimismo, es bueno andar descalzo unos 30-45 minutos al día. Pero, ¿qué beneficios reporta a nuestro cuerpo? Según los especialistas, andar descalzo ayuda a aliviar los dolores de espalda, alivia la rigidez muscular del cuello y mejora la prevención de las cefaleas, mejora la circulación y previene las varices.
El hábito de caminar descalzo ayuda a mejorar la movilidad y a mantener activos los músculos más pequeños del pie, lo que de alguna manera nos ayudará a protegerlos de los riesgos de sufrir un esguince. Además, los especialistas en podología también consideran que andar descalzo puede resultar beneficioso para los más pequeños, en concreto cuando empiezan a dar sus primeros pasos. Uno de los beneficios es mejorar la estabilidad y la musculatura del pie.
Entre los beneficios señalados anteriormente se incluye la prevención de las varices. Este efecto se debe a que al andar sin zapatos toda la superficie de la planta del pie entra en contacto con la superficie, mejorando el retorno de la circulación venosa.
Andar descalza y combatir el estrés
Andar descalza y combatir el estrés puede ser un todo en uno. Y es que, tal y como aseguran los especialistas en podología, andar descalzo hace que se estimulen todas las terminaciones nerviosas de los pies, lo que desencadena de manera inmediata un efecto relajante del que además se beneficia todo nuestro cuerpo. Si el estrés es uno los enemigos de tu salud, el hábito de caminar descalza puede ser un remedio saludable para combatirlo.
Por último, recordar que si andamos descalzos debemos cuidar especialmente la higiene del pie e hidratarlos, ya que tendrán más tendencia a resecarse. En el caso de los más pequeños, conviene que se pongan un calcetín antideslizante para evitar caídas y otros riesgos de lesión en el pie.