Hay alimentos que pueden favorecer la aparición de tumores y que constatan que la dieta juega un papel fundamental, tanto en la prevención del cáncer como en la exposición a un mayor riesgo. ¿Cuáles son los alimentos que pueden provocar cáncer?
Comer mal vulnera nuestra salud, pero en ocasiones el problema radica en esos alimentos que parecen sanos pero que en realidad no lo son tanto. Presta atención a las etiquetas de los alimentos y toma nota de las sustancias de las que no debemos abusar en su consumo.
Alimentos que pueden causar cáncer
¿Se puede hablar de alimentos que favorecen la aparición de cáncer? El debate está abierto. Aunque las investigaciones científicas no son contundentes a la hora de asegurar que un alimento en particular tiene un efecto decisivo en el desarrollo de los tumores, sí constatan la estrecha relación entre la dieta que llevamos y el mayor riesgo a desarrollar tumores malignos. Así, por ejemplo, en el año 2015 la OMS lanzaba la recomendación de reducir el consumo de carne roja y procesada para reducir los riesgos de desarrollar cáncer colorrectal.
Grasas vegetales
Diversos estudios han señalado que las grasas vegetales pueden no ser tan seguras como pensábamos. Se trata de sustancias que podemos encontrar en las galletas, tortas y otros dulces, y que se pueden comprar en el supermercado.
Siempre es aconsejable leer la etiqueta del producto para ver si contiene algún componente en particular, como manteca vegetal o aceite de soja parcialmente hidrogenado. Estas grasas son perjudiciales para la salud si aparecen en su forma hidrogenada, ya que eso significa que han sido sometidas a un largo proceso de transformación. Estos procesos de hidrogenación añaden hidrógeno a los triglicéridos insaturados, con el fin de dar a las sustancias alimenticias una mayor consistencia.
Bebidas con azúcares refinados
En particular, entre las bebidas que contienen azúcares refinados, en términos de seguridad alimentaria destaca una, la bebida de ponche de huevo. De entrada, tiene una cantidad excesiva de azúcar, y algunos de los que productos envasados de este tipo ni siquiera están hechos de huevo, sino a base de fructosa y jarabe de maíz. En este tipo de alimentos se suelen incluir sabores artificiales para emular a las especias.
Pastillas de caldo concentrado
Las pastillas de caldo concentrado contienen glutamato. Diversos estudios han constatado la correlación que existe entre el consumo de esta sustancia y el cáncer. En particular, su efecto negativo sobre la salud vendría causado por las excitotoxinas, las cuales pondrían en marcha un proceso de degeneración de los tejidos.
Relleno de carne envasado
El mismo problema que en el caso anterior, el glutamato monosódico que pueden contener los preparados de relleno de carne envasados. Este compuesto se indica con las abreviaturas E621. Es un potenciador del sabor, utilizado como aditivo. Distintas investigaciones han insistido en los efectos perjudiciales que puede causar esta sustancia.
Carne con nitrito de sodio
Cuando adquirimos la carne en el supermercado nos siempre nos fijado en si lleva mucho tiempo envasada. Esta conservación a largo plazo está garantizada por el uso de nitrito de sodio, una sustancia química. Investigaciones científicas, entre ellas las llevadas a cabo por el Fondo Mundial de Investigación del Cáncer y el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer han puesto mucho énfasis en la conveniencia de evitar esta sustancia.
Dulces con colorantes
Los colorantes que se encuentran entre los aditivos alimentarios se deben evitar. A menudo, los colorantes se encuentran en galletas, pasteles y otros dulces que incluimos en la dieta diaria. Es importante leer siempre las etiquetas de los alimentos envasados para detectar todos aquellos componentes que se identifican con la letra E.
Tostadas quemadas
Cuidado con excederse a la hora de hornear o tostar el pan porque, según la recomendación de la Food Standars Agencia, dependiente del Gobierno británico, pueden contener sustancias que aumentan el riesgo cancerígeno. Los alimentos con alto contenido de almidón (pan, cereales, patatas…) no deben hornearse o tostarse demasiado.
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