Alergia alimentos: Claves para una dieta saludable y preventiva

Alergia alimentos: Claves para una dieta saludable y preventiva. Revisar nuestra dieta y seguir una serie de consejos dietéticos forman parte del tratamiento, tras su diagnóstico médico, de las alergias a los alimentos, siendo las más comunes las alergias a la leche, a los frutos secos, a frutas como el kiwi o al pescado. Cuidar la alimentación en este caso pasa tanto por evitar los alimentos alérgenos que pueden estar encubiertos por otros y con sustituirlos por otros alimentos que nos reporten los mismos nutrientes y beneficios para nuestra salud.
 
En primer lugar, debemos recordar que una cosa es la alergia a un alimento y otra la intolerancia, dos problemas muy frecuentes. Así, la alergia genera una respuesta de nuestro sistema inmune, mientras que la intolerancia evita la correcta metabolización de un nutriente debido al déficit de enzimas. Cualquier alimento puede provocar alergia, pero las más comunes son a alimentos como la leche, el pescado y el marisco, los frutos secos, determinadas frutas y hortalizas (kiwi, melón y melocotón, los que más alergias producen) o el huevo, y pueden provocar erupciones cutáneas, picor, irritación nasal y de la piel, vómitos o diarrea. En los casos más graves, las alergias pueden causar problemas respiratorios, hipotensión o mareos).
 
La intolerancia, por su parte, afecta a un determinado nutriente, como la lactosa o el gluten, intolerancia que presentan las personas celiacas, las más comunes. Tanto las alergias como las intolerancias se pueden presentar a cualquier edad.
 
En el caso de las alergias, los expertos y alergólogos, como la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica y la Asociación Española de Alérgicos a Alimentos y Látex, apuntan una serie de consejos sobre la dieta y alimentación a seguir:

• De entrada, no se debe consumir ningún alimento que genere dudas o plato del que se desconozcan los ingredientes exactos.
• Además del alimento que provoca la alergia, hay que evitar todos sus derivados o productos que lo puedan contener. Por ejemplo, en el caso de la alergia a la leche, además de ésta, hay que evitar los derivados lácteos, la bollería y pastelería o los helados.
• Es importante planificar la dieta, para compensar el valor nutricional de los alimentos que hemos excluido al provocar alergia.
• Mirar con atención el etiquetado de los productos.
• A la hora de preparar los alimentos, hay que prestar especial atención a su manipulación para evitar el contacto de unos con otros y contaminarlos. También se debe extremar la higiene en las superficies sobre las que se trabaja a la hora de cocinar.
• Utilizar siempre aceite nuevo para preparar los alimentos.
• Algunos cosméticos y productos de higiene y belleza pueden contener proteínas de leche o de cereales.

Recientemente, la Sociedad Española de Inmunología y Alergia Pediátrica (Seicap), apuntaba que para la prevención de alergias no es necesario retrasar la introducción de determinados alimentos, como podría ser el huevo, la leche o la soja, en la dieta de los más pequeños.