Prácticamente invisibles, los ácaros son los responsables de la alergia al polvo, una de las más comunes. Si es tu caso, toma nota de estos 10 consejos para acabar de una vez por todas con los ácaros.
Están en el ambiente, aunque pasan desapercibidos. Los ácaros, pequeños arácnidos, tienden además a proliferar cuando aumenta la temperatura y la humedad. ¿Dónde se esconden? En cualquier parte de la casa, hasta en los lugares más insospechados. Aunque estos pequeños responsables de la alergia al polvo tienen un lugar preferido, los colchones.
Los síntomas de la alergia al polvo son dificultades para respirar por taponamiento nasal, estornudos, picor de ojos, lagrimeo, secreción nasal, y, en algunos casos, episodios de asma bronquial, como acceso de tos o silbidos al inhalar el aire. Lógicamente, el tratamiento pasa por evitar la exposición a los ácaros. Aunque es cierto que no es posible eliminarlos totalmente, sí hay una serie de recomendaciones a seguir para reducirlos y evitar su proliferación.
- Utilizar ropa de cama antialérgena: Las cubiertas del colchón y la almohada impiden la entrega de polvo, especialmente útiles para evitar que los ácaros se esconda en el colchón. A la hora de cambiar la ropa de cama de temporada, guárdala en un cubretodo para evitar los alérgenos.
- Lavar toda la ropa de cama una vez a la semana: Sábanas, mantas, fundas. Para eliminar los ácaros, es mejor hacerlo en agua caliente (al menos 60 grados). Si no es posible alcanzar esta temperatura, otra opción es utilizar la secadora durante 10-15 minutos a una temperatura superior a los 60 grados. A continuación, se lava y se seca. En el caso de los objetos que no se pueden lavar, para eliminar los ácaros basta con introducirlos en el congelador durante un día.
- Evitar la ropa de cama que atrape fácilmente el polvo y además sea difícil lavarla con frecuencia.
- Controlar la humedad del ambiente: Lo ideal es utilizar un deshumificador para controlar la humedad, manteniéndola por debajo del 50%. El aire acondicionado también puede servir para controlar la humedad.
- Utiliza un paño húmedo para limpiar el polvo: O bien impregnado ligeramente en aceite para retirar el polvo de los espacios o materiales secos. Este sencillo truco impide que el polvo pase al aire y se termine acomodando en otra superficie.
- Pasar la aspiradora: Por la alfombra y por todos aquellos muebles revestidos, ya que pueden acumular polvo en su superficie. Para que la tarea sea mucho más efectiva, conviene utilizar un microfiltro de doble capa o filtro de partículas de aire con alta eficacia. Las personas alérgicas a los ácaros deben evitar entrar en una habitación en las dos horas siguiente a pasar la aspiradora.
- Reordena la decoración: Hay que evitar demasiados objetos decorativos, ya que acumulan polvo. Todo aquello que se pueda guardar (pequeños objetos, libros…) es mejor que esté en un lugar donde no acumule polvo.
- Opta por suelos de madera, azulejo o suelo de vinilo: Opciones más eficaces que las alfombras o la moqueta, auténticos refugios de ácaros. De hecho, si puedes elimínalas, sobre todo cuando la moqueta está colocado justo encima del cemento, lo que favorece la retención de humedad, un ambiente idóneo para la proliferación de ácaros. También conviene retirar otros elementos decorativos, como las cortinas no lavables o las pequeñas figuritas.
- Utilizar filtros de máxima calidad en aire acondicionado o calefacción: Los nuevos modelos de sistemas de climatización están dotados con filtros de máxima calidad para la retención de bacterias, ácaros y otros alérgenos. A la hora de elegir uno de estos equipos, comprueba siempre el sistema de filtros que incorpora.
- Juguetes de los niños lavables: En el caso de los niños, hay que procurar comprar juguetes rellenos lavables, en agua caliente, para mantener alejados los ácaros.
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