En el aborto interrumpido o aborto químico se utilizan dos tipos de medicamentos, en cuya combinación podría estar la respuesta a la posibilidad de revertir el aborto si la mujer cambia de opinión en el último momento. ¿Es realmente posible?
La comunidad científica mantiene opiniones encontradas sobre las probabilidades de que el aborto inducido o interrupción voluntaria del embarazo pueda ser revertido una vez iniciado. Estas son las opiniones a favor y en contra.
¿Cómo revertir un aborto?
La pregunta que no ha logrado poner de acuerdo a la ciencia, al menos con los estudios no concluyentes realizados hasta el momento, llega desde Estados Unidos, a raíz de la obligatoriedad de los médicos que prescriban pastillas abortivas, establecida por ley en los estados de Arizona y Arkansas, de informar a la mujer que el aborto puede ser revertido.
Para el aborto médico provocado o aborto no quirúrgico se prescribe una combinación de medicamentos hormonales administrados en un plazo de 48 horas en las primeras semanas de embarazo: Mifepristona, también conocida como RU-486, y Misoprostol. El aborto con pastillas puede realizarse en nuestro país hasta las 7 primeras semanas de embarazo, siendo únicamente efectivo en este plazo.
Según el médico de Estados Unidos George Delgado, cuyo ensayo clínico inicial realizado hace unos años con ratas de laboratorio fue publicado en la revista Anales de Farmacología, el aborto se podría revertir con una dosis extra de progesterona antes de la toma del segundo fármaco, Misoprostol. Para llegar a esta conclusión, a un grupo de ratas se les administró solo Mifepristona y a otro grupo se le dio Mifepristona y progesterona, lo que según el autor del estudio provocó que únicamente en el primer grupo se produjeran cambios en la placenta y en los ovarios.
Sin embargo, los resultados obtenidos por el también miembro de la organización pro vida Culture of Life Family Services (San Diego, California) que asegura haber tratado con progesterona a más de 80 mujeres en estos últimos años, con un tasa de éxito del 60%, no son concluyentes para obtener el aval de la comunidad científica.
La Asociación de Obstetras y Ginecólogos de Estados Unidos considera poco rigurosa la metodología seguida para lograr evidencias fundadas sobre los efectos de la progesterona. Además recuerdan que prescribir Mifepristone sin Misoprostol no garantiza la interrupción del aborto, sino cuando se administran de manera combinada. Fármacos que, por supuesto, conviene no tomar sin prescripción médica.
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