Traición en la pareja: ¿cómo superarla? La traición es un término muy amplio. Muchas veces identificamos la traición con la infidelidad, pero la infidelidad no se tiene por qué llegar a dar para sentir que nos ha fallado. Cuando nos traicionan nos sentimos engañados y algo cambia dentro de nosotros. Los sentimientos, las emociones e, incluso, las conductas que antes teníamos no vuelven a ser las mismas hacia la persona que ha abusado de nuestra confianza. Pero lo peor es que muchas veces dejan huella y no somos capaces de dejarlas atrás. Aquí tienes unos consejos de cómo superarla.
Que una persona en la que confiamos y a la que queremos nos falle es una de las experiencias más dolorosas en cualquier relación. No hace falta que nuestra pareja llegue a ser infiel para sentir que nos ha traicionado y, al margen de si decidimos perdonarla o no, debemos saber que sí se puede superar.
- Lo más importante es tener en cuenta que una traición siempre refleja la personalidad del que la comete y nunca la personalidad del que es traicionado. Por esta razón, no tenemos que permitir que el hecho de que nos hayan engañado o que nuestra pareja nos haya mentido mine la confianza en nosotras mismas. Es él el que ha actuado mal.
- Toda traición provoca una crisis emocional, lo que requiere un cambio de dirección en la relación que se tenía con esa persona. Tanto como si se decide perdonar como si no, es importante que la relación con esa persona cambie, no puede seguir igual que antes.
- Esto nos permite no extender la falta de confianza a todas las personas. Una de las peores consecuencias de este tipo de actos es que retiramos nuestra confianza de todos.
- Pero, probablemente, lo más reconfortante a corto plazo es el hablar con nuestros amigos. En estas situaciones no aislarse es fundamental para ser capaz de aceptar el hecho y evaluarlo de la manera más objetiva que nos sea posible. Nuestros amigos son nuestro mejor apoyo siempre, pero, sobre todo en estos momentos difíciles.
Y no debemos olvidar, aunque eso no mitigue el dolor, que en una traición no solo sufre el traicionado. Como se dice habitualmente “el tiempo todo lo pone en su sitio” y el que comete la traición más tarde o más temprano siente la enorme culpa de haber traicionado a alguien que no lo merecía, y eso es mucho más difícil de superar.