Terapia de pareja: ¿Cuándo es la mejor solución?

Terapia de pareja: ¿Cuándo es la mejor solución? Seguro que has escuchado hablar miles de veces de ir a terapia de pareja o a un consejero matrimonial pero, ¿sabes en realidad en qué consiste y qué tipo de solución es para tus problemas de pareja? Muchas veces el desconocimiento de este tipo de profesionales hace que empleemos mal este servicio o que no acudamos a él cuando realmente podría ser la respuesta a todas nuestras preguntas sobre la relación y podría poner fin a las disputas o los problemas que haya entre los dos miembros de la pareja. Queremos acabar con esta situación y, por ello, te explicamos cuál es la función de estos profesionales y en qué casos es recomendable acudir a ellos en busca de soluciones.

La convivencia en la pareja es siempre un aspecto muy complicado y puede dar lugar a multitud de roces que deriven en muchos más problemas. ¿Debo acudir entonces a terapia de pareja para evitarlo? Estas y otras dudas son muy habituales en la relación y vamos a tratar de responderlas diciendo cuáles son los casos en los que acudir a terapia es una buena idea.

¿Cuándo acudir a terapia de pareja?

No todas las discusiones en una pareja son motivo para acudir a terapia, ya que algunas se pueden solucionar sin ayuda exterior y trabajando los dos miembros de la pareja, pero existen otros casos en los que viene muy bien una ayuda exterior. ¿Cuáles?

• Uno de los objetivos de ir a terapia de pareja es el de darse cuenta de qué es lo que ha pasado para llegar a esa situación, por lo que será una gran solución si ni siquiera vosotros sois conscientes del detonante u origen del problema y simplemente habéis notado que la relación se ha deteriorado. Antes de que sea tarde, a lo mejor es el momento de tomar medidas.
• Si una de las razones por las que crees que quizá es el momento de replantearte tu relación es porque piensas que tu pareja “nunca cambiará”, puede ser una buena ocasión para la terapia de pareja, ya que en ella se trata de inculcar en los que acuden a ella la convicción de que existen más formas de ver el mundo que la suya.
• Además, es especialmente productiva cuando las dos personas quieren luchar por la relación, ya que carece de sentido acudir a un profesional cuando la pareja ya no tiene solución y uno de los miembros ha tirado la toalla. La terapia es una cosa de dos.

Después de leer estos casos ya puedes decidir si tu pareja necesita ir a terapia o no, y, en el caso de que lo necesite, no te eches atrás por desconocimiento, ya que si quieres luchar por tu relación, la terapia puede ser un aliado importante.