¿Cuántas veces te has preguntado por qué no puedes dejar a tu pareja si sabes que lo vuestro no funciona? A pesar de que la cabeza nos dice una cosa, e incluso el corazón nos lo confirma, son muchos los conflictos internos a los que nos enfrentamos.
Peleas, continuas discusiones insoportables, malas caras y desgana de estar con él. Aún así te resistes y te ves incapaz de dejar esa relación que no conduce a nada pero ¿por qué? Tú misma sabes que la cosa no va bien y aún así no lo dejas.
Es algo bastante común, y aunque cuando no nos toca no lo entendemos, hay razones por las que se produce, te las enumeramos.
Dependencia emocional
Aunque apenas se habla de esta dependencia, y sí de otras como del alcohol o las drogas, no deja de ser un problema importante. La dependencia emocional es un problema psicológico que hace que no podamos estar sin la otra persona. Es una especie de necesidad de la otra persona para sentirse realizada. Lo sufren aquellas personas con la autoestima baja, que buscan dónde está su pareja todo el tiempo y tienen miedo de ser abandonados. Por este motivo, aunque la relación vaya mal, buscan siempre los sentimientos positivos hacia la otra persona.
Miedo de la soledad
Muchas personas no se atreven a dejar a la otra persona por miedo a la soledad. Aunque todos somos personas autosuficientes, que no necesitamos a nadie que esté a nuestro lado haciénonos daño, es un miedo irreprimible que incluso puede provocar ansiedad.
El hecho de pensar en comenzar una vida nueva, de conocer personas nuevas y volver a empezar provoca esta sensación de miedo que es complicada evitar.
Acostumbrada a la rutina
Aunque dicen que la rutina en cuestiones de amor es mala, toda pareja se habitúa y se acomoda en ella. El hecho de que llegue el fin de semana y no poder hacer lo que has estado haciendo hasta ahora con tu chico, produce miedo.
Sin embargo, si continuamos con la relación, sabemos de sobra que no llegará a ningún sitio, pues la rutina es la peor de las consejeras en cuanto a temas amorosos se refiere.
Carencias afectivas en la infancia
Los profesionales afirman que las carencias afectivas en la infancia se pagan en la edad adulta. Según los psicólogos, las lagunas afectivas que se sufren de pequeños, intentamos suplirlas a toda costa en la edad adulta para “arreglar” el pasado. Por este motivo, a pesar de que una relación vaya mal, nos vemos incapaces de dejar a nuestra pareja.
Hay señales que anticipan una ruptura amorosa. Es inútil negar lo evidente y continuar con una relación que no lleva a ningún sitio. Debes ser fuerte y poner fin a algo que no te aporta nada bueno ya. Y si no te ves capaz, siempre es bueno acudir a un profesional para que te ayude.