Se trata de un gesto que en muchas ocasiones nos cuesta dar pero si conocemos sus beneficios nos cambiará la vida.
Se pueden describir innumerables situaciones en las que necesitamos ese abrazo reparador. Desde cualquier edad y en cualquier momento. Un abrazo siempre actúa como la mejor medicina cuando nos encontramos mal, pero no solo en ese instante. Incluso cuando disfrutamos de un momento de bonanza, un abrazo es siempre bien recibido y nos ayuda incluso a refrendar la experiencia que estamos viviendo. Por tanto, podemos concluir que es más que un simple gesto.
Pero, ¿por qué necesitamos tanto los abrazos, principalmente de nuestros seres queridos? En el caso de provenir de nuestra pareja, supone constatar el amor que procesa por nosotros, haciéndolo visible con un simple gesto. Además, ese movimiento donde dos personas se tocan provoca una expansión de oxitocina, la conocida hormona del amor. Se trata de una comunicación no verbal que contribuye a un refuerzo de la relación.
Y es que esta comunicación no verbal en una pareja es muy importante. Son muchas la energía que se puede trasmitir a través del abrazo como al igual se puede comunicar muchos sentimientos. Seguro que tendremos en nuestro pensamiento numerosos momentos donde hemos necesitado ese abrazo reparador y no lo hemos tenido. Como al igual recordamos infinidad de discusiones que se han resuelto solo con un simple abrazo, sin tener que mencionar ninguna palabra al respecto.
Los abrazos son importantes para nuestro día a día
El ritmo de vida nos obliga a tener un cúmulo importante de estrés en nuestro cuerpo. Un estrés que puede ser sanado con un abrazo, o al menos mitigado en una situación determinada. Al igual que pone en libertad la oxitocina, el abrazo también deja correr otras hormonas como las endorfinas. Son las llamadas hormonas de la felicidad y estas hacen que nuestro bienestar crezca.
El gesto de abrazar a una persona cuando nos está trasladando una mala experiencia que ha tenido que soportar provoca que sienta complicidad y entendimiento por nuestra parte. Ese nivel de empatía puede llegar a provocar el abrazo que demos o que nos den.
En el campo sexual también juega un papel importante el dar un abrazo. La conexión emocional que podemos provocar con el abrazo repercute de una manera directamente proporcional a la sexual. Cultivar el día a día con abrazos hace que estemos más en contacto y que nos incida en nuestra vida sexual.
El tiempo puede ser uno de los grandes enemigos de la pareja. La monotonía que produce hace que nos distanciemos y podamos entrar en un ciclo de hastío que termine dinamitando nuestra relación. Aquí volvemos a hacer mención a la relación emocional que debemos mantener viva, esa chispa o llama que no queremos que se apague.