La expareja sigue trabajando en los trámites de su separación. Piqué y Shakira llegan a un acuerdo de forma sorprendente.
En su día fueron la pareja del momento y ahora son prácticamente enemigos públicos. Meter a Gerard Piqué y Shakira en la misma frase es sinónimo de que algo va a pasar. En los últimos meses se ha oficializado la separación del exfutbolista y la cantante a raíz de una supuesta infidelidad por parte del ex del FC Barcelona. A partir de ahí se ha iniciado una caza de brujas con rifirrafes incluidos por parte de la colombiana hasta el punto de dedicarle canciones no precisamente de amor.
Sin embargo, parece que tanto Shakira como Piqué tienen que seguir manteniendo el contacto para llevar a cabo los últimos trámites de su separación. Además de que tienen dos hijos en común y eso ya nadie los va apartar a uno de la vida del otro. La siguiente fase de la situación de ambos tiene que ver con la venta de su casa.
Un acuerdo para la venta de la casa
El mismo lugar en el que Shakira colocó una muñeca de una bruja dirigida hacia la madre de Piqué es el que tanto el exjugador como la cantante han conseguido acordar para su venta. Lo han hecho después de haber vivido durante casi una década en este edificio de Barcelona, colindante a la vivienda de los padres del catalán.
Según han apuntado desde medios como Vanitatis, tanto Shakira como Piqué llegaron a un acuerdo de custodia en 2022. Este fue el primer acercamiento que hubo entre ambos tras su separación porque la cantante pudo irse a Miami. Además, la colombiana realizó una propuesta a los padres de los amigos tanto de Milán como de Sasha, hijos de ambos
Sin embargo, lo último que hay relacionado tanto con Piqué como con Shakira es el proceso de venta domiciliaria que se está llevando a cabo en los últimos días. Se ha podido saber que la cantante colombiana recibirá una cuantía económica si se produce la venta del domicilio pese a que no le pertenece dicho bien, ya que es de los padres del exfutbolista. Además, se ha podido saber que se ha apostado por elegir un proceso de venta muy discreto prescindiendo así de las agencias más convencionales en materia inmobiliaria.