Lo de contar con pastillas de amor para enamorar a esa persona especial va a dejar de ser una fantasía. Como si de una obra de Shakespeare se tratara, parece que en un futuro no muy lejano podremos sentir las sensaciones químicas del amor gracias a pociones mágicas, creadas de manera artificial por científicos y farmacéuticas.
El Dr. Anders Sandberg, un neurocientífico de la Universidad de Oxford ha soltado la bomba. Según el científico, los avances actuales en el conocimiento del cerebro humano y de las sustancias químicas que generamos cuando nos enamoramos podrían llevar a generar la primera píldora del amor en unos 10 años, y comercializarse en 20.
Para el mundo científico el amor son reacciones químicas. Sí, has leído bien, el tema del romanticismo y el destino de encontrarse quedaron atrás, porque con una poción de amor del siglo XXI podríamos enamorarnos de quien quisiéramos… ¿Pero es eso posible?
La química del amor
Resulta que cuando nos enamoramos se liberan diferentes sustancias en el cerebro, como la oxitocina y la vasopresina, utilizadas actualmente para tratar los casos de trastornos depresivos. De hecho, a la oxitocina le llaman «la hormona de la felicidad».
Sin embargo, el Dr. Sandberg asegura que lo que determina ese fuerte vínculo con la otra persona, esa sensación indescriptible que llamamos amor, es la dopamina. Cuando se libera dopamina en el lóbulo frontal, se crea un efecto estimulante que le hace reconocer al cerebro que esa es la persona con quien debe sentirse cerca.
Lo que los científicos están tratando de generar es una poción que consiga combinar los tres procesos químicos afectando la parte derecha del cerebro y así simular en el cerebro de una persona el mismo proceso químico que nos sucede cuando nos enamoramos.
Pociones modernas de amor: ¿pero qué ocurrirá con el verdadero amor?
La verdad, suena un tanto aterrador. No queremos imaginar con qué fines podrían utilizarse estas pociones de amor modernas. El mismo Dr. Sandberg reconoce que las pastillas del amor pueden llegar a ser peligrosas si se utiliza inadecuadamente, por ejemplo, se podría convertir en un arma poderosa para la violación sexual. Sin embargo, asegura que en dosis moderadas y bien controladas, podría funcionar como complemento a una terapia de pareja, algo así como un remedio para re-enamorarse otra vez de tu pareja.
«Cuando ya estás enamorado de alguien, las emociones pueden cambiar con el tiempo. ¿Qué pasaría si hubiera una manera de complementar ese amor que podría estar empezando a desvanecerse?», explicó en Broadly. El neurocientífico asegura que podría ayudar mucho en los casos de parejas con hijos que comienzan a experimentar una disminución del amor.
Nosotras nos preguntamos, ¿y para qué inventaron los divorcios? Bien es cierto que el divorcio no es el escenario ideal, pero forzar a alguien a enamorarse de ti o peor aún, forzarte a seguir estando enamorada de esa persona mediante una medicación, no parece tampoco la mejor solución a los problemas matrimoniales. ¿Qué pasaría si un día te olvidas de tomar la poción mágica? El shock sería demasiado inaguantable, como una puñalada en el corazón.
Que el amor es una reacción química podemos entenderlo hasta cierto punto, pero está claro que ese sentimiento no lo experimentamos con cualquier persona. Sólo con una o pocas personas que se cruzan en nuestro camino llegamos a sentirnos con ese sentimiento de plenitud. El destino las pone en nuestra vida, como si fueran elegidas exclusivamente ante nosotros, como si cupido estuviera en las sombras apuntando sobre el corazón.
Reconocemos que somos las primeras en criticar el concepto patriarcal de amor romántico, que tanto daño ha hecho a tantas mujeres, pero eso no significa que no deseemos experimentar un cierto romanticismo en el amor. Cada persona que se ha enamorado en su vida se ha sentido plenamente afortunada de encontrar el amor entre los millones de personas que habitamos el planeta. Cada vez que el amor toca en nuestra puerta, es una sensación de verdad, tu verdad, la realidad que vives en el vaivén del camino de la vida.
Una droga o medicamento que nos hiciera enamorarnos de una persona cualquiera ¿no sería como fingir el amor? Si pudiéramos enamorarnos constantemente de la persona que nos apetezca en cada momento, ¿no perdería el amor su verdadero significado?
Probablemente las farmacéuticas ya se están frotando las manos a la espera de que la comunidad científica convierta las pociones de amor en una realidad, pero la verdad es que no podemos evitar pensar que el uso extendido de pastillas del amor acaben por extinguir lo más preciado que aún queda en los seres humanos: el amor.