Mudanza en pareja: Peligros para la relación

Las mudanzas suelen ser estresantes para la mayoría de las personas, pero tienen algo especialmente irritante cuando se trata de una mudanza en pareja. Seguro que ya te ha pasado o conoces a alguna pareja que tuvo su peor discusión en una mudanza. ¿Por qué? Hay varios motivos, principalmente tener que enfrentarte al montón de cosas por hacer y, en el caso de nuevas relaciones, el miedo a dar el gran paso de convertirse en una nueva familia. Pero, sobre todo, la mayoría de los problemas surgen a raíz de una mala organización. Te contamos cuáles son los peligros para la relación de una mudanza y cómo evitarlos para superar la temida mudanza en pareja.

1. Discusiones en la mudanza

Suelen ser más habituales de lo que piensas, principalmente en parejas que llevan poco tiempo de relación y no tienen mucha experiencia en mudanzas conjuntas o es la primera vez que van a vivir juntos. Se derivan por constantes desacuerdos, porque uno quiere hacer una cosa a su manera y el otro no, por el agobio de terminar a tiempo…

Antes de que esto suceda, es importante ambos miembros de la pareja tengan presente que ahora son una familia, un equipo que va a convivir unido y, por tanto, las decisiones individualistas deben quedar sólo para momentos específicos. El trabajo en equipo debe ser el objetivo principal de la mudanza para que salga bien, y es importante hablarlo antes de comenzar a hacerla.

En el caso de que se produzca una discusión, os recomendamos estar preparados y llevar a cabo una negociación equitativa. Para ello, os recomendamos leer estos consejos para dejar de pelear y negociar en pareja sin herirse.

2. Falta de comunicación

La falta de comunicación suele ser consecuencia de una mala planificación y organización de la mudanza. Por ejemplo, si es la primera vez que vais a vivir juntos y cada uno tiene sus cosas en su propia casa o en casa de sus padres, es importante que os pongáis de acuerdo sobre qué muebles servirán y cuáles no. Así no os encontraréis con un exceso de cosas y muebles que no os gustan o que no entran en vuestra nueva casa.

También tenéis que hablar sobre el estilo de decoración que os gusta o no antes de decidir comprar o llevar algún mueble al hogar, porque si no, vuestro nuevo hogar no tendrá esa sensación acogedora que buscáis.

Además, es importante que organicéis adecuadamente la mudanza. Pensad cómo vais a empaquetar las cosas, colocar etiquetas en las cajas para que después podáis encontrar lo que buscáis. Es bueno que acordéis con antelación cómo dividir las tareas de la mudanza. Además, podéis aprovechar para donar, vender o tirar todo aquello que ya no os sirve.

3. Sensación de agobio en pareja

Es muy común que uno de los miembros de la pareja se agobie en extremo y acabe contagiando al otro. Y es que las mudanzas parece que no se acaban nunca. Sin embargo, terminan en algún momento. Simplemente tenéis que respirar, trabajar en vuestra paciencia y entender que todas las mudanzas llevan su tiempo y no podéis hacerlo todo en un día.

De hecho, necesitaréis varios días para tener la nueva casa como deseáis. para que el proceso sea menos estresante, podéis priorizar con las cosas básicas para vivir en pareja: la cama, los utensilios de cocina para cocinar, los elementos de aseo… Otras cosas menos fundamentales como los libros o los objetos de decoración pueden ir colocándose poco a poco.

4. Agotamiento extremo

Cuando la mudanza no está bien organizada y cuenta con objetivos demasiado difíciles 8como hacer todo en un día), podéis llegar a sentiros extremadamente cansados, lo que afectará en vuestro estado de ánimo. En un estado de agotamiento las discusiones son mucho más fáciles.

Por ello es importante que descanséis en la mudanza. Tened momentos de descanso para tomar un refrigerio e intentad dormir por la noche al menos 8 horas. Así os aseguraréis de tener energía para afrontar la mudanza.

5. Mal humor

Si no os divertís en la mudanza en pareja, es muy fácil que acabéis de mal humor. Pensad en el aspecto positivo: vais a una nueva casa donde formaréis una familia. Tenedlo siempre presente para no caer en pensamientos negativos.

Además, un poco de diversión no está de más. Poned música, reíros, haceros alguna foto de vez en cuando, disfrutad de montar juntos un mueble. La actitud positiva es la mejor aliada en una mudanza en pareja. No lo olvidéis.

6. Problemas económicos

Algunas parejas se emocionan tanto con la idea de vivir juntos que comienzan a gastar en muebles y decoración sin pensar en las consecuencias económicas. Sobre todo las nuevas parejas suelen caer en este error, ya que no conocen los gastos que una familia supone.

Lo mejor es que os midáis antes de comprar cosas para vuestra nueva casa. No hace falta que lo tengáis todo desde el principio. Haced una lista con las cosas imprescindibles para vivir por orden de prioridad. Así tendréis lo básico primero y lo secundario después. Recordad que las cosas se logran paso a paso.

Además, si es la primera vez que vivís juntos, tenéis que tener presente que vuestra economía cambiará. Por ello, no te pierdas estos consejos para llevar la economía doméstica.

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