Manías de los hombres: ellos también tienen las suyas. Podemos aceptar que las mujeres tenemos nuestras manías y obsesiones por que las cosas sean de una manera y no de otra, pero lo cierto es que igual que nosotras tenemos lo nuestro, a los hombres les ocurre exactamente lo mismo. Dicen que en muchos aspectos no hay quien entienda a las mujeres, pero nosotras tampoco entendemos muchos de sus comportamientos que a nosotras nos sacan de quicio pero que tenemos que aceptar, porque por más que lo intentemos ellos no van a cambiar de parecer ni de actitud.
Igual que los hombres no soportan muchas cosas de las que nosotras hacemos, ellos también tienen una serie de manías y costumbres que suelen generalizarse y que nosotras tenemos que aguantar, porque por más que insistas es difícil que algún día cambien de opinión o actitud:
- Respecto a los modales, hay muchos hombres que parece que deberían volver a ser educados. Tienen la manía de ir escupiendo por la calle, tocándose sus partes íntimas o expulsando ventosidades sin importarles la compañía ni el lugar.
- Dentro de la convivencia en casa tienen una serie de manías que lo único que hacen es complicarte aún más las tareas domésticas, en las que todavía les cuesta colaborar. Sus grandes manías son no bajar la tapa del wáter, no reponer el papel higiénico, dejar todo desordenado cuando les da por cocinar o volver a guardar la botella de leche o de agua en la nevera cuando está prácticamente acabada o directamente vacía.
- Cuando están malos son los peores enfermos que puedes tener. Todo les molesta, siempre están al borde de la muerte y solo saben quejarse y quejarse; cuando sólo tienen un simple refriado.
- Es cierto que existen algunos tabúes en la pareja que son difíciles de superar, pero la manía de los hombres de no hablar las cosas llega a límites insospechados, y el problema está que de tanto guardarlo acaban explotando de una vez y la discusión está asegurada.
- A todos se les van los ojos cuando ven una chica guapa y con buen porte por la calle, pero luego si tú te maquillas y decides ponerte un escote un poco más pronunciado, les sale la vena celosa y les da por opinar sobre lo que tenemos que ponernos y no.
- Otra de sus manías por excelencia es la de hacerse el machito y el hombre duro en todo momento. Nunca serán capaces de admitir que pueden llegar a ser sensibles y que las cosas les pueden afectar como a cualquier mujer.
Los hombres y mujeres somos muy diferentes, y por tanto nuestras manías también lo son, pero está claro que tanto unos como otros las tenemos, con lo que solo nos queda aprender a vivir con ellas.