Numerosas parejas caen en la infidelidad por diversos motivos, unas razones que pueden ser emocionales o físicas
Hay quien piensa que la fidelidad no implica exclusividad, siempre y cuando sea una situación en la que los dos componentes de la pareja han querido y están de acuerdo en tener otras relaciones al margen, lo que conocemos como pareja abierta, pero si esta circunstancia no se ha dado estamos en un claro caso de infidelidad.
El hecho de que nuestra pareja tenga sentimientos o relaciones con otras personas supone una ruptura de la confianza que teníamos en ella. Los motivos por los que las personan suelen caer en la infidelidad pueden ser muy diversos y van de lo físico a lo emocional.
Normalmente se relaciona la infidelidad a una ausencia de conexión emocional o también una falta de sexo en la pareja. Como vulgarmente se suele decir, se busca lo que no tenemos en casa. Las largas jornadas laborales y los problemas del día a día pueden hacer que poco a poco nos vayamos alejando de nuestra pareja en lo sentimental, de ahí que vayamos conectando con otras personas que están más en la línea de nuestra nueva forma de entender la vida.
Los motivos de la infidelidad
Tenemos que ser consciente que las personas vamos adoptando diferentes roles conforme se va evolucionando y cumpliendo edad. Lo que pensábamos y creíamos hace 20 años no puede ser lo mismo que una vez tenemos hijos y una determinada jornada laboral. Nuestros valores y emociones cambian.
La falta de sexo también viene propiciado por la ausencia de tiempo para la pareja. El cansancio propiciado por el trabajo y la dedicación a los hijos, con deberes, actividades extraescolares y juegos, hace que la dedicación a la pareja y este aspecto tan importante en la relación como es el sexual se vaya perdiendo y con él la relación.
La monotonía en la que entramos también es otro factor que hace que vayamos a la aventura de nuevas sensaciones y emociones. En ese sentido la infidelidad puede provocar un efecto revitalizante dentro de la persona que la busca, una sensación de vivir la vida que no tiene en su pareja.
Las relaciones tóxicas provocan que nuestra autoestima se merme en muchos casos. Cuando nos ponemos delante de una persona que valora nuestras condiciones, forma de ser o características estéticas, nos sentimos irremediablemente atraídas por ellas.
Por el contrario, perdonar una infidelidad no es nada fácil y requiere de un trabajo que en muchos casos necesita de la ayuda de un profesional que nos encauce y asesore en la búsqueda de la nueva confianza que tenemos que encontrar en el otro, que es la principal pérdida que se produce. Volver a fortalecer ese aspecto, levantar límites claros y renovar la intimidad es crucial para poder tener nuevos momentos en la relación.