Una de las formas de comprobar si una pareja es igual de feliz es en la sincronización que tienen a la hora de dormir. El tiempo que se comparte en la cama, ya sea despierto o dormido es un buen factor para conocer el estado de vuestra relación.
Un estudio publicado en la revista ‘Sleep’, y realizado en abril por la Universidad de Hertfordshire de Reino Unido, reveló que conocer cómo duermen las parejas puede demostrar el estado de satisfacción de su relación. De las 46 parejas participantes en el estudio, se descubrió que todas ellas compartían más del 75 por ciento juntos en la cama, tanto despiertos como dormidos. Este dato significa que cuando una pareja está feliz y satisfecha adaptan sus horarios para irse a la misma hora a la cama y así pasar más tiempo juntos. El sincronizar los patrones de conducta de ambos, en este caso el irse a la cama por las noches, es un fiable síntoma del cercanía en la relación.
Pero los hábitos del sueño, aparentemente compartidos, no sólo exponen cómo son de cercanas las relaciones, sino que también pueden afectar a ellas. Aquí puedes ver los interesantes resultados de la investigación de los diferentes hábitos que mientras descansamos pueden estar afectando la relación de pareja:
Cómo duermesLa mayoría de las parejas encuestadas en el estudio de la Universidad inglesa durmió espalda con espalda en lugar de dormir en las misma dirección (cada con cara), que puede ser un factor poco determinante. Pero lo que sí es una circunstancia relevante es el espacio que hay entre ambos, las parejas que descansaban a pocos centímetros tienden a ser más felices que las que duermen a más de 30 centímetros de distancia. Otro porcentaje que muestra la investigación es que un noventa y cuatro por ciento de las parejas dormían más felices mientras su pareja les tocaba y solo el 68 por ciento de esas parejas mostró la misma satisfacción sin que la pareja les tocara.
Un sueño poco reparadorQue durante la noche no se haya descansado bien puede ser un síntoma de conflicto en la relación, concluyó el mismo estudio. Las parejas, que hayan tenido una noche inquieta, son más propensas a tener problemas y discusiones a la mañana siguiente. Esa falta de sueño también puede conducir a un aumento de los sentimientos negativos hacia la pareja, a la vez que reduce otras capacidades importantes en una relación como la comunicación o la paciencia.
No a todos les afecta por igualSegún las investigaciones realizas es a las mujeres a las que más les afecta la falta de de sueño. Más del cincuenta por ciento de las mujeres estudiadas mostraron signos de enfado, ingratitud y rebeldía en la relación cuando habían pasado mala noche, frente al bajo porcentaje de los hombres, un veinte por ciento del total, que a la mañana siguiente de una noche agitada mostraban más apatía y pocas ganas de discusión.
