El ghosting, o desaparecer sin dejar rastro, se está convirtiendo en la forma favorita para romper una relación de pareja favorita de los más jóvenes. Así, evitan tener que dar explicaciones al otro y enfrentarse a sus problemas cara a cara.
Aprendimos en la serie Sexo en Nueva York que había hombres que dejaban a sus parejas por mediación de un post-it y nos pareció una actitud de lo más ruin. Pero la cosa se ha puesto mucho peor ahora que la generación Millennial, aquellos nacidos entre 1980 y 2000, es la que manda.
Entre los jóvenes se lleva el ghosting, una forma de ruptura que se popularizó cuando algunos medios indicaron que la actriz Charlize Theron utilizando este método. Ella ha desmentido que esto sea cierto en una reciente entrevista pero la realidad es que este particular método se ha vuelto viral (por seguir con términos propios de los Millennials).
El ghosting no es más que una forma de escurrir el bulto, de dejar a una persona sin tener que informarla de tu abandono, una cobardía al fin y al cabo pero que puede volverse necesaria en ciertas circunstancias. Los que la practican se limitan a desaparecer sin más de la vida del otro sin previo aviso. Dejan de contestar sus mensajes de whatsapp, ya no le dan a ‘Me gusta’ en sus publicaciones de Facebook ni de Instagram y jamás volverán a hacer retweet a sus mensajes de Twiter.
Los que lo han probado (más del 11% de los estadounidenses según una encuesta elaboradora por la empresa YouGov) aseguran que es la manera más eficaz de dejar una relación que estaba empezando a volverse tóxica. Si evitas esas conversaciones incómodas te alejas de la posibilidad de sentir pena por el otro y no continuas atrapado en una situación insostenible.
¿Pero es posible desaparecer del todo en la era de las redes sociales? Todo el mundo está conectado y a menos que decidas retirarte del mundo virtual por un tiempo más o menos prolongado es más que probable que recibas mensajes de súplica, de perdón y alguno que otro menos amable según avance tu grado de ghostineo sobre tu ya expareja.
Esta técnica puede ser válida en aquellas situaciones en las que hayas decido cortar por lo sano y el otro no esté por la labor, sientas pena y continúes atrapada sin quererlo. Pero no debería convertirse en norma, sobre todo para relaciones más largas en las que hay sentimientos mucho más profundos implicados.
Ni con un post-it, ni con un mensaje de voz ni por supuesto con la callada por respuesta. Las relaciones deben romperse de una forma madura y tratando no herir los sentimientos del otro. Piensa en cómo te sentirías tú si tu pareja desapareciera de la noche a la mañana…