El G- Shot está revolucionando el mundo del placer femenino. El doctor estadounidense David Matlock ha sido el encargado de perfeccionar esta técnica. Ginecólogo de especialidad conoce a la perfección el cuerpo femenino, siendo conocido mundialmente como el Picasso de las vaginas. El doctor Matlock veía como una de las principales preocupaciones de sus pacientes era conseguir aumentar la intensidad de sus orgasmos.
Con un poco de ingenio y muchas ganas de conseguir unos buenos resultados, este ginecólogo decidió desarrollar una técnica revolucionaria. El acido hialurónico que normalmente se utiliza para realizar cirugías de aumento de labios o de pómulos, por ejemplo, fue requerido para un nuevo uso. Aumentar al placer femenino de un modo exponencial, consiguiendo que los gritos de placer fueran una constante.
Al encuentro del punto G
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El llamado punto G es un elemento que se encuentra entre la parte trasera del hueso púbico y el clítoris. Representa la zona de mayor placer femenino del cuerpo. Para poder aumentar los efectos de fricción que se producen durante las relaciones sexuales el doctor Matlock pensó que podría aumentar su volumen.
Con el ácido hialurónico se consigue engordar este punto. La diana a la que debemos llegar, el centro del placer aumenta de tamaño. No se trata de intentar aterrizar un helicóptero en una azotea, ahora tenemos toda una pista de aterrizaje. Resulta casi imposible no llegar hasta este punto con el tamaño que puede alcanzar.
Los efectos del G-Shot
Según resultados iníciales un 87% de las mujeres que se han sometido al G- shot han conseguido aumentar el placer en sus relaciones sexuales. Orgasmos más intensos y repletos de grandes sensaciones.
Esta técnica se ha exportado al resto del mundo. Uno de las países donde más se utiliza es en España. Aquellas mujeres que después de un parto vaginal han visto como esta zona se ha ensanchado y ha provocado una disminución de su placer, son sus principales usuarias de esta técnica.
¿Cómo se realiza el G-shot?
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El G- Shot es una intervención que no requiere hospitalización, se puede realizar en la misma consulta del especialista. En menos de 30 minutos se práctica con anestesia local. En ese tiempo se implanta el acido hialurónico para conseguir aumentar el volumen del punto G de un modo significativo.
No se requiere ningún tratamiento previo. Solo esperar un par de días antes de empezar a practicar relaciones sexuales. El tiempo necesario para que la sustancia ajena a el cuerpo se asiente bien en esa zona. A partir de entonces se pueden empezar a notar sus efectos y disfrutar de los orgasmos más intensos.
No se trata de una fórmula que hace milagros, pero con esta técnica se consigue una mejora extra. Las posturas sexuales también serán determinantes a la hora de provocar la llegada del orgasmo de forma más directa. Conocer nuestro cuerpo es una de las claves más allá de cualquier intervención para lograr unas relaciones sexuales plenas.
