Después del flechazo ¿Hay esperanza o ya no hay nada que hacer? La etapa de enamoramiento la hemos disfrutado todas y cada una de nosotras alguna vez en la vida, y seguro que la mayoría afirmará que es o fue uno de los mejores momentos de su vida, pero según los expertos, y dependiendo de cada pareja, esa etapa de flechazo se termina en unos dos años aproximadamente, momento en que nos damos cuenta que nuestra pareja no es tan perfecta como nos habíamos imaginado, y que como todo el mundo, tiene defectos. Es hora de preguntanos ¿merece la pena, o debo seguir buscando a mi príncipe azul?
Cuando una mujer encuentra a esa persona especial, que será la encargada de cambiarle la vida a mejor y viceversa, vive lo que normalmente se llama un flechazo, y es que para todas las escépticas sí, los flechazos existen y los que lo han experimentado, aseguran que es una de las mejores sensaciones que se pueden tener.
Si llega a cuajar, la etapa de enamoramiento llega más tarde, y es cuando tu chico te hace regalos sin ningún motivo especial, te dice cosas como «eres la mujer de mi vida» o «siempre te querré», y tú vives como en una nube de algodón de azúcar, te levantas y te acuestas pensando en él, y no hay quien te borre la sonrisa del rostro, algo semejante a la luna de miel permanente que viven Paula Echevarría y David Bustamante, tal y como demostraron en su domingo más romántico hace unas semanas.
Pero por desgracia, las mariposas en el estómago cada vez que le ves o te dedica un simple beso, desaparecen con el tiempo, y puedes empezar a darte cuenta de que no es un ser magnífico que tú y solamente tú has tenido la suerte de encontrar, sino que es un hombre como otro cualquiera con sus virtudes y sus defectos.
Puede que deje de enviarte mensajes de amor a diario, para hacerlo cada vez más espaciados, o que ya no te invite a cenar en los restaurantes más románticos, y lo haga en el bar de la esquina, y esto provoca en las mujeres un sentimiento de frustración que muchas veces se supera, y otras no.
En ese momento es necesario pensar si realmente ese hombre que deja a ropa tirada por todas partes y no sabe cocinar es con quien queremos pasar el resto de nuestra vida, o por el contrario, debemos seguir buscando a ese semi dios que sale en las películas románticas.
Cabe recordar que ninguna de nosotras estamos exentas de defectos, y que normalmente las mujeres le damos al romanticismo mucha más importancia que ellos, pero si una vez que tu chico se quite la máscara crees que no es lo que andabas buscando, haz borrón y cuenta nueva, ya que si no, nunca serás feliz.
Si has decidido que no te importan esos pequeños ‘fallitos’ de tu pareja, debéis preocuparos de no perder la pasión y el romanticismo por completo, y de vez en cuando sorprenderos mutuamente con una tarjeta romántica de San Valentín, una cena con velas en casa, o un fin de semana para dos en cualquiera de vuestros destinos preferidos.
Recuerda que el enamoramiento se acaba, pero el amor puede durar para siempre si te lo propones.