El secreto para mantener la fidelidad con los años. Descubre de qué depende la estabilidad en una pareja y cómo mantener viva la llama para que las infidelidades no se crucen en vuestro camino.
Está claro que el ser humano está compuesto por células y al fin y al cabo somos pura química en cuanto a las relaciones de pareja, por mucho que queramos hablar de amor, del alma o de sentimientos, es el cerebro el que controla todos nuestros comportamientos segregando distintas hormonas.
Algunas de ellas son las encargadas en mayor o menor medida de que las relaciones y lo que llamamos pasión duren para siempre, o que al contrario se desvanezcan una vez pasada la etapa de enamoramiento, como la dopamina.
Según un estudio realizado por la neurocientífica Lucy L. Brown, del Albert Einstein College of Medicine, es posible que una pareja siga estando enamorada después de 10 años o incluso más; dicho estudio consistía en mostrar a diferentes hombres y mujeres que aseguraban seguir estando enamoradas de sus parejas, distintas imágenes de familiares, conocidos, desconocidos y su pareja, y el resultado demostró que al verlas se activaba una zona del cerebro encargada de segregar la dopamina, hormona encargada de la euforia de los primeros meses de relación.
Dicha hormona también se encarga de controlar las adicciones, y es que según dicen el amor es la peor de las drogas, ya que cuando lo dejas el sufrimiento y la ansiedad son incomparables.
Otra de las hormonas que se disparan cuando sentimos amor o nos sentimos enamoradas es la oxitocina, también conocida como la hormona del abrazo, que puede influir en que una relación sea más o menos duradera.
Un estudio realizado por científicos de la Universidad Bar-llan de Israel a 46 solteros y 60 parejas recientes, demostraron que “las parejas con los niveles más altos desde el principio seguían juntas nueves meses después, mientras que las demás habían roto”.
Para activar la dopamina en nuestro cerebro el método es sencillo, hacer algo de ejercicio con asiduidad ayudará mucho, pero si lo que necesitamos es que nuestra relación dure y no tener que sufrir una infidelidad, es necesario recurrir a la oxitocina con caricias, abrazos, besos y relaciones íntimas, que podrás despertar gracias a tres sencillos pasos.
Otras teorías sin embargo hacen de este problema algo muy sencillo, como la del matemático de la Universidad Complutense de Madrid José-Manuel Rey Simó, que asegura que las relaciones son como la segunda ley de la termodinámica: Si un cuerpo deja de recibir calor, se enfría y para evitarlo, hace falta un aporte externo de energía, una de las razones principales por las que los hombres engañan a su pareja.
De todas formas y a pesar de todos estos estudios, hay que tener claro que en ocasiones el corazón tiene razones que la propia razón no entiende.
