El coletero en la muñeca es uno de los símbolos más característicos de la sociedad. Te explicamos su significado
Un coletero o liga para el pelo es uno de los accesorios más habituales en el día a día de una mujer, en especial si esta tiene el pelo largo. Si nos remontamos al significado más elemental, la función de esta pequeña goma no es otra que la de recoger el cabello de forma rápida. De esta manera puede hacerse frente en mejor forma a situaciones extremas de calor. De hecho, en algunos lugares específicos como laboratorios o en algunas prácticas deportivas como el fútbol es obligatorio que las científicas y jugadoras recojan su pelo en una coleta antes de iniciar su jornada laboral.
Es por este motivo que son muchas mujeres las que se hacen una coleta en situaciones que requieren concentración, cuando no pueden permitirse el lujo de apartarse un pelo rebelde del rostro cada vez que este se le meta en los ojos. Pero, ¿qué sucede si es un hombre el que lleva un coletero? A primera vista podríamos pensar que le gusta llevar el pelo largo, pero una rápido examen nos permitirá comprobar automáticamente la longitud de su cabello. ¿Y si hay algo más?
En efecto, la simbología del amor y en concreto la del ligoteo demuestra que lo hay. Que un hombre porte un coletero en su muñeca quiere decir que su corazón pertenece a una mujer, generalmente a una mujer con la que ha empezado a salir recientemente. Es un gesto no escrito que facilita al hombre en cuestión la entrada a garitos o discotecas. Si, en uno de estos locales, otra fémina lo aborda, le bastará con mostrar disimuladamente su muñeca para disuadirla de su propósito inicial.
¿Y un coletero ajeno?
Tal vez nos preguntemos qué es lo que ocurre si nos situamos desde la perspectiva de la novia y vemos a nuestra pareja con un coletero en la muñeca que no es el que nosotras le hemos prestado. La liturgia del amor señala que en esos casos es completamente habitual que salten las alarmas.
En ese caso, un coletero de una desconocida en la muñeca de nuestro novio significa que hay otra mujer en su vida además de nosotras. Aunque no tiene que implicar necesariamente que esté coqueteando con ella, lo lógico es pensar que así es y que no pertenece a su madre o a su hermana.