Mucha gente se hace la misma pregunta: ¿existe el amor a primera vista? Los hay que creen en él y los hay que dudan de su existencia (probablemente porque nunca lo han sentido) pero lo cierto es que existe una explicación científica para el enamoramiento espontáneo. Así que si quieres saber si puedes dejar de cruzar miradas con los hombres que te cruzas en el autobús cada mañana, te la descubrimos (aunque desde ya te recomendamos que no lo dejes, alguno puede alegrarte el día).
Amor a primera vista: ¿realidad o mito?Depende de a quién le preguntes. Hay un estudio de la famosa antropóloga Helen Fisher que dice que sí existe, pero solo en el caso de los hombres. Comprobó que cuando ellas se enamoran segregan dopamina (una sustancia neurotransmisora relacionada con la expresión de las emociones) mientras que al mismo tiempo se activan en su cerebro las partes que encargadas de la memoria.
En ellos, en cambio, se activan zonas relacionadas con los estímulos visuales, es decir, que con solo verte ya estará comenzando a enamorarse mientras que las mujeres necesitan que pase algo de tiempo y llegar a conocer más a fondo a esa persona para que suja el amor.
Biológicamente esto también tiene una explicación. Por un lado, el instinto de los hombres es reproducirse y para ello, buscan ‘ejemplares’ sanos y capaces de darles descendencia. Por el otro, las mujeres buscan hombres capaces de ayudarlas a criar a los hijos. Esto, que en principio, tiene poco que ver con el amor esta íntimamente relacionado ya que de forma inconsciente nuestros cerebros responden a características físicas, como el olor, de otras personas a la hora de enamorarnos.
¿Hay que fiarse de la intuición?En ningún caso te interesa precipitarte. Si conoces a un chico y de pronto empiezas a sentir que ya le quieres, cuidado. Procura ir despacio e ir conociéndole poco a poco aunque el cuerpo te pida que le propongas matrimonio de inmediato.
Si estás buscando pareja a largo plazo y no solo una aventura debes tomarte tu tiempo para llegar a conocer a esa persona. Cuando el amor se cocina a fuego lento suele ser más duradero. Piensa que al inicio de una relación todo el mundo se esfuerza por mostrar su mejor cara y que él (o tú) puede ser una de esas personas que se ven tentados a fingir que les gustan exactamente las mismas cosas que a ti para conquistarte.
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