¿Cuáles son los efectos físicos del desamor? ¿Qué son y cómo nos afectan los marcadores somáticos? Para muchas personas cerrar del todo la etapa del amor cuando una relación se termina es un paso duro y angustioso.
Los efectos físicos del desamor
Ya sea si has sido tú la que has tomado la decisión, haya sido de mutuo acuerdo o fue él el que dio el paso, terminar una relación no es tarea fácil; aunque haya sido meditado, dejar a la persona con la que has compartido buenos momentos, es para muchos hombres y mujeres, una especie de trauma psicológico difícil de dejar atrás.
No nos referimos a las etapas del desamor por las que todos en mayor o menor medida pasamos, sino más bien a una cuestión científica: todos tenemos una especie de memoria emocional que guarda las razones conscientes y no conscientes de nuestros sentimientos y es en ella donde se albergan las emociones irracionales, los miedos y las inseguridades; y en esa memoria emocional donde también quedan grabadas situaciones concretas que hemos vivido con los seres queridos, incluida la pareja; en definitiva, unos marcadores somáticos que nos traen recuerdos repentinos y espontáneos.
Qué son y cómo influyen los marcadores somáticos
Según los expertos en psicología, los marcadores somáticos son unas experiencias emocionales que nuestro cerebro somatiza físicamente, es decir, si ten dan miedo las abejas, tu cerebro envía una señal de alerta a tu cuerpo que tiene una reacción defensiva. Del mismo modo ocurre con los sentimientos, la mente guarda los recuerdos vividos con una persona en concreto y los trae de vuelta causando así tristeza y añoranza.
Un estímulo sensorial asociado a una persona, hace que nuestro organismo reaccione con ciertas sensaciones o estados de ánimo: alegría, felicidad, nervios… Si acabas de romper con alguien, estos recuerdos y por tanto sentimientos concretos, se dejarán notar a flor de piel.
¿Qué ocurre entonces? Que nuestro lado más racional pretende borrar esas emociones negativas lo más pronto posible con la consiguiente frustración al ver que no es posible, cada cosa lleva su tiempo.
El neurobiólogo Antoine Bechara, afirma que los marcadores somáticos pueden llegar a generar un «conflicto cerebral», cuando el cerebro continúa enviando «información sobre la pareja anterior» mientras el sujeto está tratando de hacer su vida con normalidad.
Añade a su vez que no hay que caer en el error de creer que la situación nunca se podrá superar. Será solo cuestión de tiempo que el cerebro vaya enviando marcadores somáticos nuevos que se asocien con pensamientos más positivos.
Recuerda entonces no tratar de acelerar las cosas y aprovecha para reflexionar sobre lo que ha ocurrido para ayudar a tu mente a que los procesos sean sanos y equilibrados.
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