Las personas que no les gusta comprometerse no saben lo que se pierden, porque aunque las ‘maripositas’ de las relaciones nuevas suelan ser apasionantes y cautivadoras, las relaciones maduras pueden llegar a hacerte sentir feliz en planos muchos más profundos. Si quieres conocer las diferencias entre las relaciones de pareja nuevas y las maduras, sigue leyendo.
Mientras que en una relación nueva las prioridades afectivas de las parejas tienen más que ver con la demostración de afecto directo, como abrazos, cariños y besos, en las relaciones maduras se les suman otro tipo de prioridades afectivas relacionadas con los sentimientos, como desear escuchar a tu pareja, conocer nuevas cosas de su forma de ser o preocuparse por su bienestar. Por supuesto, los besos, cariños y abrazos continúan siendo igual de importantes.
Al comienzo de una relación de pareja es natural tener cierto pudor para mostrar el cuerpo o aspectos que no quieres que nadie conozcan. En las relaciones maduras, ‘la confianza da asco’, pero en el mejor sentido de la palabra. Cuando una relación se desarrolla de forma madura y saludable, ambas partes de la pareja aprenden a amar al otro tal como es. Es más, generalmente, la forma de ser de su pareja, con sus cosas buenas y malas, se convierte en la principal razón de su amor.
Lo mismo ocurre con el plano físico: los pelos en las piernas, la celulitis, las tetas caídas, la barriga o los brazos flácidos se convierten en algo tan secundario en la relación que llega un momento que se derriban todos los complejos.
Muchas parejas suelen sentirse inseguras al comienzo de la relación: ‘¿Me amará de verdad?’, ‘¿conocerá a otra persona y me dejará’?, ‘¿por qué prefiere salir con sus amigos antes que conmigo?’. Cuando una relación se fortalece hasta el punto de madurar todas estas dudas y miedos desaparecen, hasta el punto de apoyar a la pareja para que se divierta y disfrute también de los momentos en que están separados.
Aunque uno de los objetivos de una relación de pareja nueva es conocerse a toda costa, no es hasta pasado el tiempo cuando de verdad aprenden a conocerse. Al principio de la relación se suelen hacer miles de preguntas y siempre se está dispuesto a contar miles y miles de anécdotas para que la pareja comprenda quién es la persona de la que está enamorada. Después, suele haber una fase en la que parece que ya conocen todo el uno del otro, pero de repente, al llegar a la madurez emocional como pareja, comienzan a disfrutar de esas pequeñas cosas que siguen sorprendiendo en el día a día y que alimentan una relación feliz, sana y serena.
Si te ha gustado este artículo, no te pierdas las 7 claves feministas para vivir un amor equilibrado y los mejores consejos para enamorarte de tu pareja una y otra vez.
En primavera la piel necesita un extra de cuidados para que sufra lo menos posible…
Este miércoles, la audiencia al completo de 'La Isla de las Tentaciones' se ha quedado…
Gabriela Guillén ha vuelto a la carga contra la figura del padre de su hijo…
Frank de la Jungla ha compartido un vídeo en el que relata cómo han sido…
Sandra Barneda y Nagore Robles vuelven a verse las caras más de un año después,…
Pese a que en las últimas semanas habían aumentado los rumores de una reconciliación entre…