Hay varias señales que indican que el final de la relación en pareja está cerca, aunque no te hayas dado cuenta antes. Te contamos cuáles son las principales.
Aunque la ruptura es en lo que menos suelen pensar las parejas, es una posibilidad más cercana de lo que puede parecer. Sobre todo en aquellas historias de amor en las que todo parece perfecto a ojos de los demás. Si aún no te ha ocurrido, pero sospechas que algo va mal, te recomendamos que leas este artículo.
Son tantas las parejas que viven y siente lo mismo, que es posible encontrar patrones muy claros sobre por qué se rompen más relaciones románticas. Según los terapeutas, estos son los principales motivos por los que las parejas deciden poner fin a su relación.
Principales señales de crisis en pareja
Cuando pensamos en las razones más comunes por las que las parejas se separan, lo primero que se nos viene a la mente es la infidelidad. También en el mal carácter de alguno de los miembros de la pareja o en la falta de compromiso de uno de ellos. Sin embargo los expertos aseguran que existen motivos mucho más comunes que acaban con el vínculo de dos personas. Desde cosas tan simples como no decir «gracias» hasta la falta de comunicación y de expresión de emociones.
Una de las principales razones por las que se deterioran las relaciones es el miedo a la soledad. Cuando existe una necesidad, por parte de uno de los miembros, de estar en pareja, el amor pasa a un segundo plano. Muchas personas acaban ignorando las necesidades de su pareja o evitando conflictos para evitar que rompan con ellos y se queden solos. Cuando la realidad es que probablemente ya hace tiempo que dejaron de querer a la otra persona.
La falta de comunicación es otro de los patrones más comunes. La comunicación es uno de los cimientos sobre los que se construyen las relaciones de pareja sanas. Es un reflejo de la confianza entre dos personas y el respeto. Si tienes miedo a expresarle a tu compañero sentimental lo que sientes y lo que te molesta, es que algo falla. El hecho de no expresar lo que sientes, contribuye a la censura de tus emociones hasta que se vuelvan insoportables y salen al exterior en forma de ira o ansiedad. De esta forma es imposible crear vínculos afectivos, sólidos y duraderos.
Por otro lado, muchas discusiones vienen del hecho de pedir de más a la persona con la que estás, o querer cambiar algo de ella que siempre ha estado ahí. Todos cometemos errores, y a veces creemos que la persona de la que estamos enamorados debería hacer lo imposible por nosotros para que nos sintamos bien.
El verano es la época en la que hay más separaciones
Según los expertos el verano es la peor época para las parejas. Pilar Guerra, psicóloga clínica afirma que «el verano suele ser la época donde más parejas se rompen, debido a un problema puro de convivencia”. Guerra asegura que durante el invierno cada miembro de la pareja sigue una rutina: trabajo, familia, amigos, hobbies, etc. “De esta forma, las parejas en crisis ni siquiera se dan cuenta de que lo están durante el año».
Mientras que durante las vacaciones la convivencia pasa de cero a cien sin tiempo para adaptarnos, lo que en ocasiones puede abrumarnos e irritarnos en exceso. “A esto se unen las altas expectativas que tenemos sobre las vacaciones», explica la psicóloga. Sin embargo, cuenta la experta, cuando ambas personas se enfrentan cara a cara y conviven, se dan cuenta de que no se gustan en muchas cosas.
Cuando las parejas empiezan a tener problemas la principal herramienta a la que se apela es la separación, en lugar de la comunicación. “En las relaciones de pareja se asocia inmediatamente las discrepancias a la separación, en lugar de intentar recuperar el vínculo, siempre que se pueda”, continúa Pilar. Mientras que en las crisis que barajamos en nuestras relaciones sociales (familiares, amistosas o laborales) siempre se barajan más soluciones para que sean reconducidas.
Terminar una relación con una persona que ha sido muy importante en nuestra vida, por ese motivo es importante que no tomemos decisiones a la ligera. Debemos pararnos a reflexionar y hablar con nuestra pareja de aquello que nos hace sentirnos bien, antes de decir «adiós» para siempre. Recuerda que hay muchos motivos para romper una relación, pero no todos los problemas merecen que esta se rompa.