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¿Cómo escogemos a nuestra pareja? Hay 6 actitudes típicas que nos guían sin saberlo. Algunos se guían por el estómago, otros por el olor, algunos por la mente, y otros por la intuición. Pero es esta última quien nos dice lo que es bueno para nosotros y lo que no, tanto en la vida como en el amor. Por desgracia, con demasiada frecuencia tendemos a ignorarla o silenciarla en nombre de creencias falsas que nos aconsejan mal. Vamos a descubrir las 6 actitudes típicas en a la hora de ligar. [/multipage]
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1.- Con el olor
Sí, el olor juega un papel muy importante en la elección de la pareja. No es una cuestión de simpatía y no tiene nada que ver con el uso de perfumes, es más bien la compatibilidad genética, que se detecta por el olor. Por eso se dice que el amor es una cuestión de química. [/multipage]
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2.- Con las emociones
Ensombrecida por las emociones del momento, debido al deslumbre inicial, descuidamos los mensajes más importantes, los de la intuición, lo que realmente nos ayuda a comprender si es bueno o no para nosotros a los que nos enfrentamos. [/multipage]
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3- Con la intuición
Pero, afortunadamente, hay quienes eligen de manera intuitiva, capturan y descifran correctamente los mensajes no verbales que los demás transmiten. De ahí surgen las sensaciones en la piel que nos permiten entender si él o ella nos conviene o no. [/multipage]
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4.- En base a los intereses comunes
Las personas que más razonan el amor tienden a reprimir las emociones privilegiando la complicidad como justificación. Así las aficiones, puntos de vista, intereses comunes son los que delatan si se encuentran o no ante la persona adecuada pero, ¿los polos opuestos se atraen? [/multipage]
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5.- A través de la atracción física
Que es un componente clave, sobre todo al principio de una relación, no hay duda, pero a menudo tiene un papel más importante del necesario. Si no sois compatibles gracias a una comprensión profunda, no tiene ningún valor. [/multipage]
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6.- En base a los modelos adquiridos
A menudo encontramos parejas, después de algún tiempo, que de alguna manera son similares a las demás que hemos tenido. Esto sucede cuando no podemos desprendernos de un patrón determinado, que puede ser positivo, pero también negativo, sobre todo si las relaciones fracasan repetidamente. [/multipage]
