Aunque durante años varios estudios han constatado que las mujeres heterosexuales se sienten atraídas por hombres con cualidades que socialmente se consideran ‘masculinas’, como facciones cuadradas, vello en el pecho y voz grave, un estudio realizado en la Universidad Western Australia acaba de romper con los estereotipos acerca de la masculinidad, demostrando que la voz grave y fuerte de los hombres no está relacionada con su alta capacidad reproductiva. De hecho, parece que es todo lo contrario, según la investigación, los hombres con la voz grave producen menos espermatozoides en el semen que los que tienen la voz aguda.
La voz y el esperma
El estudio se publicó recientemente en la revista de divulgación científica Plos One, y está dirigido por Leigh Simmons, biólogo evolucionista de la Universidad de Western Australia. Simmons contó con 54 hombres heterosexuales y 30 mujeres heterosexuales de un campus universitario para su estudio.
En una primera fase de la investigación, se grabaron las voces de los hombres, las cuales fueron escuchadas por las mujeres, que debían señalar qué voces les parecían más deseables y atractivas. No hubo sorpresas en esta fase, la mayoría de las mujeres eligieron voces graves y profundas como las más sensuales, algo que los científicos han demostrado durante años.
La segunda fase se tornó mucho más interesante, puesto que ha permitido cambiar el concepto acerca del sistema reproductivo masculino y las concepciones sociales sobre de la masculinidad heterosexual. Se tomaron muestras del sémen de los hombres voluntarios, que fueron analizadas para determinar la densidad del esperma. Y la sorpresa fue que los resultados apuntaron a que los hombres con voz grave producen menos espermatozoides que los que tenían voz aguda.
Los investigadores quisieron dejar claro que el hecho de que los hombres con voz grave produjeran menos esperma no suponía que fuera de mala calidad, es decir, los espermatozoides eran saludables, aunque sí tuvieran una menor concentración de espermatozoides en comparación con los hombres de voz aguda.
Las hipótesis que hasta el momento se barajan en torno a este hecho, relacionan la producción de testosterona de los hombres con su voz y los espermatozoides que producen. Los hombres con rasgos considerados socialmente como ‘masculinos’ como la voz profunda y grave producen altas dosis de testosterona, una hormona que es necesaria para regular la espermatogénesis dentro de los testículos, pero que en niveles elevados puede afectar negativamente a la producción de esperma.
Simmons está convencido de que «Los niveles elevados de testosterona asociada con el atractivo y la dominación masculina podría suprimir la producción de esperma, mediando una relación negativa entre estos rasgos», por lo que «características tales como la voz profunda, que tiende a ser asociada con el éxito y el dominio, compensa un bajo conteo de esperma». Esta hipótesis evolucionista supondría que los hombres con rasgos masculinos considerados atractivos para las mujeres heterosexuales no necesitarían producir tanto esperma para la reproducción biológica como los hombres menos atractivos, que biológicamente tendrían la necesidad de reproducirse en las contadas ocasiones en que tuvieran oportunidad, por lo que la calidad de su esperma sería mayor.
Aún se necesitarían muchos más estudios transdisciplinares para llegar a una conclusión acertada sobre este fenómeno, ya que lo ideal sería poder compararlo con diferentes culturas donde rasgos como la voz grave de los hombres no tiene por qué ser sinónimo de atractivo reproductor. De todas formas, nos parece interesante que este nuevo hallazgo rompe con algunos estereotipos sobre la masculinidad social y la biología del cuerpo masculino, confirmando que en el tema de la reproducción, los seres humanos somos más complejos de lo que siempre damos por hecho.
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