El amor y el egoísmo, ¿una combinación ganadora? Al parecer, los dos son polos opuestos, pero, de hecho, el egoísmo, aquel sano, nos previene de algunas trampas en las que, sobre todo nosotras las mujeres, tendemos a caer fácilmente.
Si bien es cierto que el amor es dar sin exigir nada a cambio, también es cierto que todo el mundo tiene derecho a sentirse bien y disfrutar de los frutos de la relación. En este sentido, sacrificarse demasiado puede ser contraproducente porque esa actitud no es saludable, a menudo motivada por una especie de automasoquismo inconsciente.
Una relación de amor ha de ser gratificante y dar tranquilidad, así como la felicidad de ambos. Cuando esa felicidad es algo de uno solo, funciona y a menudo somos nosotras, las mujeres, las que nos sacrificamos en nombre de los sentimientos. Nos olvidamos de nuestro bienestar, en un intento de agradar al otro, a veces incluso en la cama. Como si hacerle feliz fuera el único propósito de una relación amorosa, cuando en realidad una relación es un viaje de autodescubrimiento de nosotros mismos, que debe aportar algo bueno a ambos.
En este sentido, el amor egoísta es bueno porque nos ayuda a evitar las trampas insidiosas de automasoquismo. Los hombres, en general, están más acostumbrados a protegerse de los vampiros emocionales porque difícilmente están dispuestos a sacrificar su identidad. Por supuesto, tampoco está bien la actitud opuesta, es decir, el egoísmo exagerado. Eso sí, procura mantenerte alejada del llamado síndrome de la enfermera.
Porque el amor con un poco de egoísmo sano no significa indiferencia hacia los demás sino que implica la capacidad de dar y querer al mismo tiempo placer.
El amor no es un sacrificio, no es un sentimiento que podamos imponer como una forma distorsionada de altruismo, es algo que debe fluir libremente para mejorar la vida de la pareja. Pero también es un sentimiento que nos puede ayudar a profundizar en nosotros mismos. Como conclusión, es normal que en el amor intentes recibir si estás dispuesta a dar todo de ti misma, pues una relación fuerte y feliz se sustenta gracias a las dos partes, tú y él.
¿Crees que tu novio es un egoísta? Te decimos cómo reaccionar ante esta situación.