Pueden pasar días, meses o años hasta que finalmente te des cuenta de que sois incompatibles. Muchas veces las parejas pasan por momentos que les hacen ver que lo suyo estaba abocado al fracaso desde el principio, otras en cambio, evolucionan de manera diferente y con el paso del tiempo se hace imposible que estén juntos. Estas son las ocho señales que indican que dos personas son incompatibles y no podrán pasar el resto de su vida juntas.
Tenéis vidas sociales separadasMientras que él prefiere ir con sus amigos a beber cerveza y ver el fútbol a ti te va más salir a bailar hasta altas horas de la noche. Esto no tendría que ser un problema si ambos están dispuestos a hacer un esfuerzo y acompañar al otro pero si no…
No os prestáis atenciónCuando estáis juntos no habláis. Simplemente os limitáis a hacer otras actividades como mirar el móvil, ver una película o conversar con otras personas. Si en esos momentos no os hacéis caso es porque no os importa el otro.
Estáis a la defensivaLos motivos parecen absurdos, pero lo cierto es que siempre estáis discutiendo. Es como si buscarais pelearos para tener algo que hacer juntos. Al final, terminareis por haceros mucho daño. Analiza la situación y piensa que os ha llevado ahí. En estos casos la terapia de pareja suele ayudar.
Tenéis ideas diferentesNo es que cada uno vote a un partido diferente, que también, es que no os ponéis de acuerdo en nada. Mientras que uno es vegetariano y el otro es cazador. Lo vuestro no tenía que haber pasado de la segunda cita.
Planes de futuro excluyentesQuizá esta sea la incompatibilidad más complicada de superar y es que él planea mudarse a Australia el mes que viene, solo y por tiempo indefinido.
Un sentido del humor contrarioTodo el mundo sabe que si tu pareja te hace reír es que tienes futuro con ella. Sin embargo, cuando sus chistes no te hacen ni pizca de gracia o cuando vuestro sentido del humor es totalmente contrario es que algo falla.
No te comprendeTodo lo que para ti supone un problema él no lo ve como tal y viceversa. Además, ni siquiera hacéis un esfuerzo por comprender qué le sucede al otro.
Nunca os pedís consejoPrecisamente porque sabes que no te entiende evitas pedirle consejo sobre cualquier tema. Sabes que lo que te diga será justo lo contrario de lo que tu estás pensando hacer.
