La tecnología, y en concreto los teléfonos móviles, han cambiado nuestras vidas. Ahora todo es mucho más sencillo. A golpe de clic y desde la palma de tu mano puedes desde organizar una boda a estar en contacto constante con el otro lado del mundo o compartir fotos con todos tus amigos. Pero, ¿te has parado a pensar que la relación que mantienes con tu smartphone puede ser demasiado estrecha? De hecho es posible que estés enamorada de él. Estas son las siete señales que te delatan.
Te acompaña a todas partesDa igual donde estés, tu móvil va contigo sí o sí. No importa si estás en clase de meditación, haciendo la compra o en la playa. Tu teléfono no puede estar a menos de un metro de distancia de ti o empiezas a hiperventilar.
Si lo perdieras…Solo de pensarlo te entran sudores fríos. “¿Perder mi teléfono? Imposible. ¡Perdería mi vida!”. Si esta ha sido la sucesión de ideas que acaban de pasearse por cerebro, tienes un problema. El móvil es solo un instrumento. Si lo pierdes (y has sido precavida y tienes todo en la nube) no debes entrar en pánico. Tan solo tendrás que hacerte con uno nuevo.
Te lanzas a por él cada vez que suenaEs oír el sonido más leve y no puedes evitar cogerlo para ver de qué se trata. Incluso a veces crees que lo has oído pero no es cierto.
Te sientes desnuda sin élUn día se te olvida en la oficina y cuando ya estás casi llegando a casa después de casi una hora de viaje en metro te das cuenta de que no lo llevas en el bolso. ¿Qué harías? Si tu respuesta inmediata es dar media vuelta e ir a buscarlo… ¡mal! No va a pasar nada porque estés una noche alejada de él. Seguro que en casa tienes un despertador y un teléfono fijo de los de toda la vida que te salvan la situación.
Te lo llevas a la duchaY no para ponerte música y bailar mientras te enjabonas el pelo, no. Te lo llevas por si alguien se acuerda de ti y te escribe. De hecho una vez se te cayó en la bañera por responder mientras estabas bajo el agua.
Estas de viaje y buscando WiFiNo hay nada tan molesto como hacer un viaje con alguien que se pasa el día buscando la señal de Internet gratuito de restaurantes, museos e incluso iglesias. Deja el móvil en el hotel y disfruta de las vistas. Seguramente no tengas la oportunidad de volver a esos sitios o vivir esas experiencias. ¿De verdad es tan importante mandarle un selfie a tu prima del pueblo?
No te molesta que suene por la nocheY eso ya es el colmo porque encima es perjudicial para ti. Tu pareja te pide que lo pongas en silencio, pero tu ni caso. ¿Y si es algo importante? Este es uno de los comportamientos que hacen que el no quiera hacerlo.