Hay relaciones que llegadas a cierto punto solo se mantienen en pie porque uno de los dos consigue atrapar al otro por medio de mentiras y engaños que atacan directamente a los sentimientos y emociones más profundas. Las personas que utilizan estas armas para mantenerte a su lado es que no tienen nada más que ofrecer, son relaciones tóxicas, y debes acabar con ellas lo antes posible porque no te traerán nada bueno. Así es como puedes saber si tu relación sigue viva porque él te chantajea emocionalmente.
Exigencias disfrazadasLos chantajistas hacen exigencias disfrazadas, es decir, convierten aquello que demandan en una prioridad para el otro. ¿Cómo lo hacen? Te hacen ver lo mucho que quieren algo y lo feliz que les haría conseguirlo (puede ser desde hacer un gasto significativo en la cuenta común a algún tipo de postura en la cama). Te manipulan para termines aceptando aunque esa no fuera tu primera intención y para ello usan todas las armas que tienen a su alcance: te generan sentimiento de culpa, lástima y es así como logran que les des el sí.
No aceptan un ‘no’Para ellos no existe esa respuesta, jamás la aceptan. Una persona que ejerce chantaje emocional sobre otra seguirá presionando a su víctima hasta que consiga lo que pretende. Quizá intenten hacerte pensar que has ganado pero reaccionarán enfadándose y poniéndose tristes. Conclusión: te sentirás culpable y cederás a sus exigencias.
Te amenazanLas amenazas son una de sus tácticas favoritas. Las personas que chantajean emocionalmente a otras no tienen reparos en ‘advertir’ de las consecuencias de sus actos a su oponente. Si te ha dicho tantas veces que si le dejas es capaz de hacer cualquier locura, que temes dejarle por lo que pueda suceder debes enfrentarte al problema cuanto antes. No puedes dejarlo pasar bajo ninguna circunstancia.
Consiguen tu obedienciaAl final, por no crear tensiones entre vosotros y para evitar que se enfade conseguirá que cedas en todo lo que se proponga. Sin embargo, una relación de estas características no es nada saludable para ti, pero tampoco para él. Evitar las confrontaciones no es la solución a vuestros problemas. Tenlo claro y lucha por lo que quieras. Hay ciertas cosas a las que no debes renunciar por una relación.
Reiteración
Estas situaciones pueden darse de vez en cuando en una relación de pareja normal y aunque son incómodas, mientras no se produzcan con frecuencia y no se consientan cuando aparecen, no representan mayor problema (salvo las amenazas, claro). Sin embargo, cuando todas estas señales se producen constamente debes poner freno a la situación y cortar por lo sano.
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