Tortugas de agua: enfermedades

Las tortugas de agua sufren enfermedades generalmente a causa de unos cuidados incorrectos. La alimentación y la higiene son, el caso de estas mascotas, dos de las reglas de oro para asegurar el bienestar de las tortugas de agua. Entre los problemas que pueden padecer las tortugas, las más comunes son las infecciones, lesiones en el caparazón y falta de vitaminas y calcio. Las tortugas se han convertido en una de las mascotas pequeñas más aceptadas en los hogares, pero no hay que olvidar que requieren una serie de cuidados y que debemos estar alertas a su caparazón, a si se mantiene activa o no y a si recibe el suficiente sol, entre otras cuestiones.
 
Para asegurar el bienestar de tu tortuga y evitar que contraigan enfermedades hay una serie de factores a tener en cuenta. ¿Estás pensando en tener tortugas de agua? Cuidados, enfermedades y tipos de tortugas son algunas de las cuestiones que debes tener en cuenta antes de ir a la tienda de mascotas. En este caso, vamos a hablar de las enfermedades de las tortugas de agua, ya que si no cuentan con un entorno adecuado y una correcta alimentación, su salud se verá afectada.
 
Entre las enfermedades más comunes están:

• La falta de vitamina D, lo que hace que su caparazón se debilite.
• Falta de calcio.
• Hongos o manchas en cabeza y extremidades.
• Lesiones en el caparazón, a consecuencia de alguna caída, por ejemplo.
• Lesiones en las extremidades.
• Infecciones. Por ejemplo, la falta de vitamina A provoca infección de oído y se debe a que no estás alimentando bien a tu tortuga. También pueden deberse a una infección en la boca o en los ojos, en este último caso por mal mantenimiento de su hábitat.
• Salmonelosis. Esta bacteria aparece por la falta de limpieza en el agua y puede contagiar al resto de las tortugas.

Una tortuga de agua puede enfermar por diferentes causas:

• Debes cambiar el agua de manera periódica, al menos dos veces a la semana. Si el agua está sucia, pueden coger infecciones.
• Si no reciben su dosis diaria de sol tampoco reciben Vitamina D, imprescindible para su desarrollo, para su caparazón y para mantenerse bien.
• El frío tampoco es recomendable si quieres mantenerla activa y, sobre todo, quieres que se alimente. Como ya sabes, para contrarrestar el frío, y también para que reciban su aporte de energía solar, puedes adquirir en las tiendas de mascotas un calentador y lámparas similares a las que se utilizan con reptiles como la iguana.
• Debes evitar coger continuamente a la tortuga, ya que esto le puede provocar estrés.
• A la hora de cogerla, ten cuidado con su caparazón.
• Su alimentación es importante para que no enfermen, ya que no es conveniente darles más pienso del que son capaces de comer en unos minutos. Además, los restos de pienso ensucian el agua.

Tener una mascota es una responsabilidad, tanto si se trata de una tortuga, de pequeños roedores o de un perro. Antes de adoptarla, hay que tener en cuenta que va a requerir nuestros cuidados y, sobre todo, nuestro cariño.