Técnicas de respiración para la relajación: ¿cómo se hacen correctamente?

Técnicas de respiración para la relajación: ¿cómo se hacen correctamente? Respirar correctamente es la base para hacer frente al cansancio, al estrés, a la somnolencia, al miedo y a situaciones de pánico. Y es que la respiración realizada de una forma inadecuada hace que nuestros pulmones reciban menos oxígeno del que podrían de acuerdo a la capacidad pulmonar y de esta forma la sangre también recibe una cantidad de oxígeno menor de la que sería la adecuada. No solamente en el deporte es importante, donde es la base para un buen rendimiento, sino que los actos más cotidianos de nuestra vida debemos saber respirar a la perfección.

 
Hablar de realizar una respiración correcta suele estar ligado a temas de conversación basados en cuestiones deportivas, pero no siempre ha de ser así.

 
Por supuesto en el deporte, la respiración adecuada es fundamental, ya que cuando inhalamos y exhalamos, nuestros pulmones se llenan y se vacían de aire de tal forma que expulsamos los residuos que no necesitamos así como regulamos nuestro PH en sangre.

 
En cualquier deporte, bien sea aeróbico como el step o anaérobico como el Pilates, se necesita de un entrenamiento para la respiración. Tanto es así, que los ejercicios del famoso Método Pilates incluyen un sistema muy minucioso sobre la respiración para que los ejercicios tengan los resultados esperados.

Pero, ¿cómo se respira correctamente para relajarnos?

 
Para descansar bien, dormir adecuadamente, limpiar nuestros pulmones a la vez que nuestra sangre y relajar no solo nuestro cuerpo sino también nuestra mente, es fundamental dedicarnos al menos durante cinco minutos al día a realizar ejercicios de respiración.

• Inhalación y exhalación por la nariz.

 
Para realizar este ejercicio respiratorio, basta con que nos coloquemos en un lugar tranquilo donde nadie nos pueda molestar, al menos durante el tiempo que vamos a practicarlo.

 
Para ello nos sentamos en el suelo, con la espalda recta en una postura que nos resulte cómoda.

 
El ejercicio consiste en taponar con el pulgar derecho la aleta derecha de la nariz. Una vez taponada inhalaremos aire muy despacito por el orificio izquierdo de la nariz hasta que nuestros pulmones estén llenos de aire.

 
Para exhalar, dejaremos libre el orificio derecho y taponaremos de la misma manera el izquierdo. Soltamos el aire también muy lentamente.

 
Realizamos este ejercicio durante al menos 3 o 4 minutos. Después de ello, notaremos nuestro cuerpo y nuestra mente mucho más relajada.

• Respiración horizontal.

 
Para realizar este ejercicio necesitamos tumbarnos en el suelo, con la espalda bien pegada a él pero sin notar que tenemos el cuerpo tensionado. Doblaremos las rodillas pegando los pies al suelo, de la forma que nos encontremos en una postura cómoda.

 
Colocamos una mano en el pecho y la otra en el abdomen. La respiración más beneficiosa es aquella que llena los pulmones desde el diafragma, por lo que al respirar deberíamos hinchar lo primero de todo esta zona del cuerpo.

 
Tomamos aire lentamente por la nariz dirigiéndolo a la parte más baja del tórax notando, de tal forma, como se separan las últimas costillas y se hincha el abdomen. Retenemos el aire unos segundos y lo soltamos por la boca con los labios prácticamente entrecerrados, como si estuviéramos susurrando algo.

 
Si repetimos este ejercicio durante 5 minutos al día, notaremos una gran relajación aliviando el estrés, consiguiendo dormir mejor así como reduciendo la tensión y los malos hábitos.