Técnica SMART para fijar objetivos de vida

Con la llegada del nuevo año se nos presenta una oportunidad para definir nuevos objetivos de vida. Estos deben ser correctos y atenerse a una serie de parámetros. ¿Cuáles son estos parámetros? La técnica SMART establece algunos que pueden servir de orientación y guía.

El nombre de esta técnica, SMART (inteligente), hace referencia a las iniciales de sus características. Mediante la regla SMART, podemos asegurarnos de que vamos cumplir todos nuestros sueños, por imposibles que parezcan. Vale, esto último era coña, pero algo así es lo que podemos lograr con la técnica SMART. Por ejemplo, si nuestro objetivo es ganar mucho dinero, con la técnica SMART lo conseguiremos, y seremos felices. Porque, como todos sabemos, el dinero SÍ da la felicidad.

Coña again, sigamos.

La definición de objetivos de tipo SMART se encuentra bastante extendida en el ámbito empresarial y suele aplicarse en las escuelas de negocios. Esto, ya de entrada, nos da cierta información. La técnica SMART debe ser una bestia completamente despiadada y sedienta de ambición. Solo así podría explicarse su absorción a gran escala por parte del ámbito empresarial. Bueno, seamos un poco (mucho más) benévolos. La técnica SMART debe ser efectiva y directa. Sí, dejémoslo así.

¡Vamos al grano! ¿En qué consiste la técnica SMART?
Para empezar, el rollo de las iniciales es completamente by the face, una ley del mínimo esfuerzo en toda regla. Jetilla le has echado para ponerle el nombre, seas quien seas. Traducido al español sería así.

S – Específicas
M – Medibles
A – Acordadas
R – Realistas
T – Acotadas en el Tiempo

Los objetivos deben ser específicos
Hay que ser lo más concretos posible. Nuestro objetivo no debe ser ponernos en forma, sino cumplir un plan específico de entrenamiento, por muy simple que sea. »Voy a correr 30 minutos todos los días», por ejemplo.

Los objetivos deben ser medibles
Debe existir alguna forma de comprobar que realmente estamos más cerca de cumplir nuestro objetivo que cuando empezamos. Si tu objetivo era comer más de dos paquetes diarios de Oreo, bastará con mirar en la basura. Un objetivo correcto, según la técnica SMART.

Los objetivos han de acordarse
Si tus objetivos involucran a varias personas, debes hablarlo con ellos y lograr su compromiso. Por ejemplo, si tu objetivo es casarte a finales de año con el chico que te gusta de la oficina, asegúrate antes de nada de que él también está de acuerdo con la idea. Si su respuesta a tu proposición es »¿Te conozco?», probablemente debas fijarte otro objetivo.

Los objetivos deben ser realistas
Probablemente, el patrón más difícil: nuestros objetivos deben ser realistas. Siguiendo el ejemplo de antes, enamorar a un chico y hacer que se case contigo en un solo año se plantea una tarea ardua. Parece la sinopsis de una peli de Sarah Jessica Parker. Sin embargo, »invitar a un café al chico que me gusta y entablar una amable conversación con él» es un objetivo mucho más realista.

Los objetivos deben tener límite de tiempo
No se puede estar toda la vida con el objetivo. O te casas con él en el tiempo establecido, o a otra cosa mariposa. De todas maneras, si no quieres una orden de alejamiento o una sanción en el trabajo, no insistas demasiado.

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