Existen deportes para todos los gustos: el running para los más activos y dinámicos, el yoga para las personas contemplativas que buscan la paz interior, el pilates para tonificar… Pero lo cierto es que aún podemos encontrar algunos que ni siquiera conocemos. Este es el caso del slackline o “caminar sobre la cuerda floja”. ¿Te gustaría probarlo? Entonces no te pierdas estos consejos para iniciarse en el equilibrismo.
Slackline
¿Qué es?
El slackline, más conocido como equilibrismo o “caminar sobre la cuerda floja” es un deporte basado en el equilibrio integral del cuerpo y que se practica habitualmente al aire libre. Se trata de uno de los deportes más difíciles del mundo, y es que requiere de concentración plena. Antiguamente se tenía como actividad lúdica, pero en Chile ascendió a la categoría de deporte y, frente a lo que podemos imaginar, tiene multitud de modalidades.
¿Qué necesito?
Para practicar slackline no necesitarás más que una cinta ancha o una cuerda y dos puntos de sujeción, que pueden ser dos postes o dos árboles. ¡Nada más!
Ventajas
- Es apto para todos los públicos.
- No requiere de una gran inversión para practicarlo, por lo que está al alcance de cualquiera.
- Se trata de un deporte de concentración con el que conseguirás tonificar tu cuerpo y mejorar tu equilibrio.
- Ejercitarás el cuerpo y la mente, lo que te ayudará a reflexionar y a combatir algunos de los síntomas del estrés y la ansiedad, como el insomnio.
- Te permite practicar deporte y disfrutar de la naturaleza al mismo tiempo.
Consejos para iniciarte en slackline
1. Utiliza zapatillas planas
Lo primero que has de hacer para asegurar tu éxito en este deporte es conseguir unas zapatillas de suela plana que te ayuden a mantener la estabilidad. Ajustándotelas muy bien conseguirás controlar tus pies al 100% y evitar el desequilibrio.
2. Busca un lugar adecuado
El slackline puede practicarse casi en cualquier parte, pero para dar tus primeros pasos lo mejor es comenzar en un terreno plano, especialmente si está cubierto de césped o arena, ya que amortiguará la caída en caso de que pierdas el equilibrio. Además, deberás tener en cuenta que en el lugar seleccionado haya árboles, o postes en su defecto, de al menos 25 cm de diámetro para poder atar tu cuerda.
3. Altura y longitud de la cuerda
Cuando compres tu cuerda deberás tener en cuenta que la longitud sea entre 5 y 9 metros, ya que de ser más corta o más larga, la inestabilidad aumentará. Por otro lado, y una vez la coloques, recuerda no situarla a una altura mayor de 50 cm. Lo ideal es que quede a la altura de la rodilla.
4. Comienza con un pie
Para comenzar lo mejor es que intentes mantener el equilibrio apoyándote con un pie, escogiendo aquel con el que te sientas más cómoda. Cuando lo tengas más o menos controlado deberás pasar al otro para acostumbrarte. Una vez te sientas segura, podrás comenzar con tus primeros pasos.
5. Posición correcta
En el slackline es muy importante mantener siempre una posición correcta. Para ello, flexiona ligeramente las rodillas, deja el peso en el frente y mantén tu espalda erguida mientras buscas el equilibrio con los brazos. Además, los pies deben estar siempre en línea con la cuerda para equilibrarte lo máximo posible.
6. Paciencia
Sabemos que vas a querer aprender muy rápido, pero en este caso eso va a ser imposible. El slackline es un deporte de mucha práctica y muchísima paciencia. Cuando comiences deberás tener siempre presente que la auténtica finalidad es relajarte y llegar a controlar cada uno de los movimientos de tu cuerpo, por lo que has de centrarte en disfrutar al máximo durante el proceso. ¡Poco a poco alcanzarás tu meta!