¿Te estás relamiendo con sólo leer “tarta de chocolate”? ¡Pues ya es hora de que conozcas la receta y te pongas manos a la obra! Por una vez vas a ser tú la que sorprenda al resto con un postre espectacular. ¡Se van a chupar todos los dedos! Sobre todo si tus invitados son niños…
Para su preparación necesitas los siguientes ingredientes:
- Chocolate de cobertura: 250 g
- Azúcar: 250 g
- Chocolate fondant: 150 g
- Mantequilla: 125 g
- Harina: 125 g
- Claras de huevo: 8
- Yemas de huevo: 6
- Vasos de leche: 2
Una vez que tengas todo listo con las medidas adecuadas, es hora de ponerte manos a la obra siguiendo estos pasos:
- En una cazuela mezcla a fuego lento la leche, el azúcar, el chocolate de cobertura y la mantequilla hasta conseguir una masa uniforme. Ayúdate de una cuchara, a ser posible de madera, para que los ingredientes se vayan fundiendo sin grumos.
- Sin dejar de remover, añade las yemas del huevo y la harina. Cuando hayas conseguido una mezcla perfecta, retíralo del fuego y déjalo reposar.
- En lo que la masa pierde calor, precalienta el horno a 175º durante más o menos 10 minutos.
- En un recipiente lo suficientemente grande bate las claras de huevo a punto de nieve. Cuando estén listas, añade poco a poco la masa que habías dejado reposar y sigue mezclándolo.
- Después coge el molde que vayas a meter en el horno, úntalo de mantequilla y espolvorea harina. Cuando esté listo vierte la masa y mételo al horno durante 30 o 40 minutos. Una vez pasado el tiempo, déjala enfriar a temperatura ambiente.
- Por último, cuando ya esté fría y la puedas sacar del molde, ponla sobre una bandeja o fuente, baña la tarta con el chocolate fondant que previamente habrás fundido en un cazo y ¡listo!
¡Ya tienes tu pastel de chocolate! Pero antes de llevarlo a la mesa adórnalo como prefieras. Si tus destinatarios van a ser niños, preséntaselo con galletas por encima… habrás conseguido una tarta de chocolate con galletas, o si lo prefieres, súmale otra capa añadiendo lacasitos o helado.
Pero si se trata de adultos prueba con un poco de nata montada o almendras laminadas como capa superior. Eso sí, al final decides tú así que… ¡deja volar tu imaginación!