¿Te gusta incluir huevos en tu desayuno? Pues toma nota porque hoy te traemos una receta para chuparse los dedos: Huevos Benedictine. Son un plato que consiste en dos mitades de un muffin, generalmente cubiertos con jamón cocido, panceta o pastrami, huevos escalfados y la muy popular salsa holandesa. Así que te puedes poner como el ‘kiko’. Unos huevos con mucha historia pero que son ideales para coger fuerzas de cara el resto del día.
Hoy te traemos una receta con mucha historia. Seguro que has escuchado hablar de los Huevos Benedictine. ¿De dónde vienen? Pues dice la leyenda que los señores Benedict acudieron al lujoso restaurante Delmonico’s de la Gran Manzana. ‘¿No tiene usted hoy algo nuevo y diferente que sugerirnos?’, preguntan. Entonces el maître propone un desayuno a base de huevos escalfados sobre una tostada de muffins ingleses y una tira de bacon o jamón, todo ello recubierto de salsa holandesa’. Así nació este plato que es un clásico de la comida británica.
Ingredientes
- 4 huevos grandes muy frescos
- 50 ml de vinagre
- 2 muffins ingleses o, en su defecto, 4 rebanadas de pan de molde
- 4 lonchas finas de beicon o de jamón
- Sal, pimienta negra
Para la salsa holandesa
- 4 yemas de huevo (también han de ser huevos muy frescos)
- 250 g de mantequilla clarificada
- Zumo de limón
- Sal
Elaboración
- Lo más complicado es hacer la salsa. Lo primero es clarificar la mantequilla. Para ello fúndela en un cazo de fondo grueso, a fuego bajo y sin revolverla. Ve retirando la espuma que se formará en la superficie, luego viértela después en otro recipiente.
- Por otro lado, echa en un cazo las yemas y 30 ml de agua y una pizca de sal. Mezcla las yemas sin batirlas.
- Pon agua en una cacerola grande y caliéntala. Cuando esté a punto de hervir, coloca en el interior de esa cacerola el cazo donde estaban las yemas de huevo (como para cocer al Baño María). Ve batiendo las yemas con unas varillas hasta que la mezcla coja espesor, sin dejar de batir, ve agregando también poco a poco la mantequilla clarificada, templada.
- Cuando la mezcla sea consistente, apaga el fuego, sigue mezclando e incorpora una cucharada de zumo de limón. Sigue mezclando hasta obtener la textura deseada y reserva.
- Luego habrá que escalfar los huevos. Ya sabes que hay que poner a hervir un cazo con agua y unas gotas de vinagre. Cuando hierva, meter el huevo sin cáscara con mucho cuidado. Dejar hacer 3 ó 4 minutos a fuego medio hasta que la clara cuaje y cubra la yema.
- Y por último llega el momento de decorar. Hay que dorar el beicon. Tostar el pan de molde (si utilizas muffins ingleses, ábrelos por la mitad, de manera que, de cada muffin obtendrás dos rebanadas). Coloca sobre los platos el pan, encima el beicon y echa la salsa.
¿Qué te ha parecido esta receta? Te la recomendamos para un fin de semana, para un día de diario que se antoje muy cargado de trabajo o para una dieta cargada en huevos. Buen provecho como en su día tuvieron los señores Benedictine.