Punto de cruz, cómo hacer tu propio patrón. Una vez que ya has adquirido cierta experiencia con el punto de cruz y los patrones prediseñados, puedes empezar a hacelos tú misma a partir de un dibujo o una fotografía. Puedes optar por un patrón original o por adaptar un motivo dibujado. En cualquiera de los casos, con una sencilla técnica podrás obtener un original diseño para bordar tus creaciones y hacer desde cuadros para decorar las paredes de las habitaciones de los más pequeños hasta manteles.
Hacer tus propias labores de punto de cruz a partir de diseños originales también es posible. Si tienes poca experiencia, puedes recurrir a los patrones punto de cruz para bebés o con dibujos de sus personajes favoritos, como Hello Kity o los dibujos de Disney, Pero, ¿por qué no hacer tú misma ese diseño que te gusta tanto y no encuentras en patrón?
Para hacer tu propio patrón, en las tiendas especializadas en labores, encontrarás láminas de acetato impresas con cuadrículas de varios tamaños. Con esta cuadrícula, tu imagen se convierte en un patrón. A los cuadrados que contengan dos colores, asígnale uno solo. Si la lámina está bien fija sobre la imagen, lo puedes utilizar directamente como patrón, si no, copia la imagen o dibujo en papel de cuadrícula, cuadro por cuadro, utilizando pinturas o lápices de colores.
El papel de calcar con cuadrícula lo puedes comprar en tiendas de manualidades. Fija el papel sobre la imagen, y luego colorea cada cuadrado. Puedes cambiar el tamaño original del dibujo utilizado una cuadrícula más grane o más pequeña.
El punto de cruz es una de las labores de costura más tradicionales, ideal para decorar ropa y complementos y para hacer divertidos y originales motivos con los que decorar habitaciones infantiles.
Por último, la manera más rápida de aumentar o reducir el tamaño del motivo es hacerlo con una fotocopiadora, pero también puedes hacerlo manualmente:
- Si el dibujo no está impreso en una cuadrícula, trázalo encima y mídelo bien para que salga uniforma.
- Luego, traza otra cuadrícula que contenga el mismo número de cuadrados, pero más grandes o pequeños. Por ejemplo, si en el dibujo original los cuadros miden 2,5 centímetros, para aumentarlo un 50 por ciento, dibuja una nueva cuadrícula con cuadrados de 3,75 centímetros.
Para aumentar o reducir a escala un patrón, utiliza un tejido de mayor o menor densidad o bordando los puntos sobre más o menos hilos. Por ejemplo, un bordado a dos hilos lo ampliamos haciendo los puntos sobre tres hilos.