¿Por qué soplamos las velas en nuestro cumpleaños?

Desde que cumplimos nuestro primer añito nos enseñan que el día de nuestro cumpleaños siempre viene acompañado de una tarta gigantesca y unas velitas que hay que soplar tras la característica canción de cumpleaños. Pero, ¿realmente sabes por qué soplamos las velas? Te contamos el origen de esta tradición.

¿Por qué soplamos las velas?
Colocar velas en una tarta no es algo que hayan inventado hace apenas unas generaciones, sino que nos viene de herencia de los antiguos griegos. Lo que si hemos hecho ha sido modificar su finalidad, y es que en sus orígenes constituía una ofrenda para Artemis, la Diosa de la Luna. El modo en el que lo hacían tenía su significado, y es que situar una vela encendida en el centro de un pastel era la forma que tenían de simbolizar el resplandor de la luna.
Pero este no fue el único significado que se le dio a la vela prendida. Fue en Alemania donde la vela comenzó a significar la ‘luz de la vida’ por un motivo muy especial: comenzaron a elaborar velas en las que se grababa de arriba hacia abajo del 1 al 12 para que cada año se mantuviera encendida hasta que alcanzara la marca del año que cumplía la persona en cuestión. Por supuesto, estas velas eran de uso personal y se conservaban durante toda la infancia.
Alemania fue la pionera en las fiestas de cumpleaños, a las cuales las llamaron ‘Kinderfests’. Poco a poco fueron perfeccionándose las tartas para darles un color mucho más llamativo y sustituyeron las velas marcadas por velas decorativas, situando en el pastel tantas como años tenía el cumpleañero. No obstante, éstas seguían guardando cierta similitud con las ofrendas a Dios y la escenificación de la vida, por lo que su significado era que el humo desprendido llegaba hasta el cielo, lo cual se convirtió en el único método de hacer llegar un profundo deseo hasta la tierra divina. Es precisamente esto lo que ha llegado hasta nuestros días y sigue practicándose. Interesante, ¿verdad?