Carnaval siempre ha sido una gran fiesta cargada de color, alegría y diversión… o al menos en nuestro país. Si retrocedemos a la antigua Venecia y buscamos el auténtico origen de esta festividad descubriremos que su concepto es muy distinto a lo que conocemos, y lo mismo con sus símbolos más característicos. Te contamos el significado, tipo y origen de las máscaras venecianas.
Carnaval en Venecia
El Carnaval en Venecia es muy distinto al de España. Tenemos una ligera idea de que allí esta celebración es mucho más elegante y solemne, pero puedes incluso sorprenderte de su tradición. Los venecianos acostumbran pasear disfrazadas por la ciudad guardando silencio como si se tratasen de seres etéreos deambulando por el limbo. Entre otros elementos, las máscaras son las auténticas protagonistas de los disfraces.
El origen de las máscaras se remonta a la Comedia del Arte, un género teatral del siglo XVI basado en la improvisación y en el que únicamente se encarnaban a una serie de personajes en todas las obras. Poco a poco se fue adoptando la tradición de encarnar a uno de estos personajes a través de sus máscaras, bien fuera por admiración o por identificación personal.
Máscaras venecianas clásicas
Arlequín
El Arlequín, también conocido como el bufón, se caracteriza por vestir un colorido traje de rombos y portar un gorro de muchas puntas y cascabeles. En el siglo XVI representaba la más pura ingenuidad, pero poco a poco fue transformándose y obteniendo un aura de melancolía y profunda miseria.
Pantalone
Pantalone es un viejo y tacaño mercader que consiguió convertirse en noble tras amasar una importante fortuna. La máscara presenta un rostro enrojecido con el ceño fruncido y una nariz aguileña.
Polichinela
Polichinela es quizá el personaje más optimista de todos. Su instinto aventurero y sus sueños lo guían, ayudándole a salir airoso de muchas situaciones difíciles. La máscara se distingue por presentar una nariz hinchada y roja.
Doctor Balanzone
El doctor Balanzone es la representación de los sabios que se las daban de listos y que, en realidad, eran unos ignorantes. En su máscara se distingue un bigote llamativo y unas gafas que resbalan por la nariz.
Escribano
Tanto la máscara como el personaje del Escribano son muy similares al anterior, pero tienen connotaciones ligeramente diferentes. En este caso, el Escribano quería convertirse en un sabio, pero acababa aprovechándose de todo aquel que lo contrataba. Su máscara es más mofletuda que la anterior.
Mattaccino
También conocido como “hondero” por llevar consigo una honda, el Mattaccino representa la figura del juerguista vividor que no tiene ningún interés por trabajar. Suele portar un sombrero de plumas y gastar muchas bromas pesadas y de mal gusto.
Colombina
Colombina es la amante de Arlequín y criada de Pantalone. Aunque su rostro inocente pueda despistar, se trata de una auténtica femme fatale que haría cualquier cosa por salirse con la suya. Su máscara es un antifaz decorado con plumas y/o colores brillantes.
Pierrot
Pierrot es el segundo criado de Pantalone, el cual está profundamente enamorado de Colombina, aunque ella nunca le corresponde. Su máscara es una de las más extendidas: una cara blanca con ojos delineados en negros y una lágrima cayendo por la mejilla.
Máscaras venecianas más actuales
Aunque las auténticas máscaras venecianas son las comentadas hasta ahora, poco después fueron incorporándose algunas que se convirtieron en emblemáticas.
Bauta
La máscara de Bauta es la representación del secreto y la intriga, la cual expresa ocultando por completo la boca. En sus orígenes era exclusivamente masculina y su finalidad era denunciar a la Iglesia, pero actualmente puede utilizarse también por el colectivo femenino.
Moretta
La máscara de Moretta cubre todo el rostro y es de uso exclusivamente femenino. Representa la virtud y el silencio, y es que si algo tenía de peculiar esta máscara era que para sostenerla había que morder un botón de madera o nácar. Es por esto por lo que se decía que únicamente podrás hablar con una mujer que lleve una Moretta si la conoces de antes.
Médico de la peste
Tras la epidemia de la peste negra de 1630, la máscara que utilizaban los médicos se popularizó por su aura melancólica. Estas eran utilizadas para evitar el contagio y, sobre todo, para soportar el olor necrófago de los cadáveres introduciendo pañuelos perfumados en la larga nariz.
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