Los puentes más raros del mundo: Naturaleza e ingenio humano

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Te proponemos un viaje para descubrir los lugares en los que la naturaleza ha dejado además un poso de misterio y encanto. ¿Conoces los puentes más raros y misteriosos del mundo? Rincones que bien podrían ser protagonistas de leyendas e historias fabulosas y que, custodiados por su entorno, ofrecen al visitante un paisaje donde se dibuja la mano del hombre y de la naturaleza. Puentes que forman parte de las rutas turísticas; otros siguen siendo lugares casi desconocidos, pero igual de bellos. Descubre dónde están y por qué se han ganado estar en esta particular lista de los puentes más misteriosos del planeta.

Un ejemplo notable es el puente raíz en la India, un puente entrelazado con los árboles en el corazón de Asia, un lugar lleno de misterio y encanto. Pero no es el único puente espectacular. En diferentes puntos de Europa encontramos ejemplos de puentes apodados como el puente del diablo, ya que ninguna mano de hombre, de acuerdo a las creencias populares, hubiera sido capaz de construirlo. Entre los más conocidos es puente Rakotzbrücke (Puente Rakotz), popularmente denominado Puente del Demonio, y fue construido en 1860, en un pueblo del este de Sajonia, Alemania; otro situada en Bulgaria, que data del siglo XV y que conecta la costa norte de Tracia hasta el Mar Egeo.

Si Europa era la mano del diablo la encargada de dar respuesta al origen de espectaculares o inusuales construcciones, en China y en Japón la autoría, en ocasiones de lo que parece inexplicable o imposible, es de la luna. Uno de ellos en Taipei, con su característico arco de medio punto, rodeado de un paisaje que parece una pintura. China puede presumir de otra construcción arquitectónica increíble, el puente de los inmortales ubicado en la sureña provincia de Anhui. Este es el puente colgante más alto del mundo, centenares de metros por encima del nivel el mar, y se llama así porque según la leyenda, las dos rocas serían personas convertidos en piedra por la voluntad de los dioses, por lo que es inmortal.
Volviendo a Europa, uno de los puentes más bellos en el Viejo Continente es el escocés Glenfinnan Viaducto, construido entre 1897 y 1901, y que consta de 21 arcos. Considerado uno de los mejores ejemplos de ingeniería.

Cerramos este breve paseo por otro puente europeo que divide la ciudad de Ronda en España, cerca de Málaga. Se comenzó a construir en 1751 y se terminó 42 años después, calculándose que costó la vida a más de 50 trabajadores.

Continúa este paseo por los puentes en la galería de imágenes en la que hemos seleccionado algunos de los rincones más curiosos del mundo para cruzar ríos y riachuelos.

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