Las distracciones al volante más frecuentes. Nuestro estilo de vida provoca que mientras conducimos, aprovechemos para realizar otras tareas de menor o mayor simpleza. Dichas acciones suponen distracciones que sin que seamos conscientes, pueden suponer no sólo la pérdida de puntos de nuestro carné, sino que se puede desencadenar un accidente mortal. En muchas ocasiones no se considera el hecho de conducir como un trabajo que requiera concentración total, y es cuando nos distraemos con unos factores que, al fin y al cabo, siempre terminan siendo los mismos. Hacemos hecho una recopilación de las distracciones al volante más frecuentes, para que todos nos hagamos un poco la idea de lo que puede ser peligroso.
Es difícil mantener el 100% de la concentración como conductores, si realizamos un viaje largo, y más en el momento en el que aparece la fatiga. Por eso siempre es recomendable no hacer más de 200 kilómetros sin parar. Pero la realidad es que nos distraemos también en núcleo urbano y en trayectos de corta duración.
Para que podamos identificar dónde se encuentra el peligro mientras conducimos, os acercamos las ocho distracciones más frecuentes.
El resto de ocupantes
Cuando circulamos con los amigos o con la familia, solemos distraernos con largas conversaciones. Los niños pequeños suelen requerir mucha atención en el coche, y si continuamente nos giramos e interactuamos con ellos, incrementamos las posibilidades de sufrir un accidente. Nuestros compañeros de viaje suelen convertirse en nuestro principales enemigos en la carretera.
Nuestro estado de ánimo
A pesar de que no solemos ser conscientes, nuestro estado de ánimo o preocupaciones afectan a nuestra forma de conducir, y pueden dar lugar a distracciones. Si nos encontramos en una situación de estrés, podremos reaccionar mal delante de cualquier circunstancia en la carretera, pudiendo generar algún accidente.
El uso del móvil
Parecía que poco a poco los conductores nos íbamos concienciando acerca del uso del móvil mientras conducimos. El hecho de disponer de manos libres, ha permitido que su uso al volante haya disminuido. Sin embargo, desde que existen apps como el Watshapp, ahora volvemos a usar el móvil, no para hablar, sino para escribir. En ocasiones es inevitable no responder a conversaciones, y al volante es una acción muy peligrosa, desencadenante de accidentes, especialmente en los núcleos urbanos.
La manipulación de instrumentos del coche
Programar el navegador mientras estamos al volante es una acción penalizada por la ley, sin embargo, hay una serie de instrumentos del propio vehículo que también pueden desencadenar situaciones peligrosas. En el momento que cambiamos de emisora, de canción en el CD o ponemos el DVD para los niños, nos estamos distrayendo. Siempre debemos manipular cualquier elemento con el vehículo parado.
El efecto curioso
Mientras estamos conduciendo, y pasamos por algún lugar desconocido para nosotros, solemos distraernos con el paisaje. Cuando se ha producido un accidente, siempre queremos ver qué ha ocurrido. En esta situación es cuando podemos originar un nuevo accidente, con el conocido como el efecto curioso.
La fatiga o el sueño
Estos factores se producen especialmente en horas nocturnas o cuando llevamos mucho tiempo al volante. Si solemos hacer el mismo recorrido hacia nuestro hogar, podemos confiarnos y producirse una situación peligrosa. Si circulamos con sueño o fatigados, el riesgo se incrementa de forma considerable.
En definitiva, la mayoría de factores que producen un accidente o distracciones al volante, son factores humanos. Si consideramos el hecho de conducir como una acción de riesgo, podemos prestar más atención a la carretera, evitando situaciones de riesgo.
No sólo debemos asegurar que conducimos de forma sana, para evitar situaciones de estrés o nerviosismo, sino que cualquier distracción debe ser eliminada por completo.