No te gastes un dineral en Halloween comprando un disfraz carísimo, ¡puedes hacerlo con tus propias manos!
En nada llega la noche más terrorífica del año y vuestros pequeños seguro que están deseando disfrazarse del personaje más aterrador. La mayoría de los colegios celebran Halloween e invitan a los niños a festejar este día disfrazados; y por la tarde, es muy típico salir a la calle en busca de chuches con el famoso ‘truco o trato’.
No obstante, encontrar un disfraz suele ser, además de complicado, una tarea bastante cara. Pero siempre hay soluciones para todos los bolsillos. Hoy vamos a enseñarte a hacer los mejores disfraces de Halloween para vuestros hijos.
Disfraces de Halloween caseros
¿Quién no se ha querido disfrazar de bruja en Halloween? Este disfraz tan recurrente en estas fechas es muy sencillo de hacer y simplemente necesitarás una camiseta y un pantalón o unos leotardos negros; también puedes usar un vestido del mismo color. A continuación, coge una cinta o una cuerda, y unas bolsas de basura negras. Corta estas últimas en tiras, con una doblez central, ve pasándolas alrededor de la cinta y asegurándolas con un nudo. Completa toda la cintura y ya tendrás una falda terrorífica. Finalmente, añade un sombrero puntiagudo, que encontrarás en cualquier bazar.
Otro disfraz emblemático para Halloween es el de vampiro y necesitarás simplemente un pantalón negro, una camisa blanca y una capa negra. Para pintarle la cara, bastará con una cera especial blanca, pintalabios rojo para los labios a modo de sangre y colmillos de mentira. Asimismo, otro disfraz que nunca pasa de moda es el de zombie. Coge cualquier tipo de ropa vieja que puedas romper y manchar con cera roja y pinta la cara del niño de blanco, añadiendo sombra de ojos morada a modo de ojeras. Otro muy sencillo es el de momia, para el que bastará con alguna tela blanca (como una sábana) que puedas romper en tiras alargadas y envolver cualquier parte del cuerpo del niño, quien tendrá que ir vestido con camiseta y pantalón blanco.
Para los más pequeños, los disfraces de fantasma quedan ideales. Solo necesitarás una sábana blanca, a la que tendrás que hacer un agujero para que el niño se meta dentro. Recuerda recortarla también para que no la vaya pisando y pueda caerse. Además, le pintarás de negro los ojos y la boca de negro. Por otro lado, el de calabaza podrás hacerle con una camiseta o fieltro naranja, pintando la cara del niño del mismo color, y dibujándole ojos triangulares y la típica sonrisa de la calabaza diabólica en negro.
Si, por el contrario, tu pequeño prefiere disfrazarse de araña, no te comas la cabeza buscándole disfraz. Solo necesitarás ropa negra, a ser posible una sudadera con capucha del mismo color, y un fieltro negro con el que harás las ocho patas, adheridas a la sudadera, de la temida araña. Finalmente, el mejor disfraz, con el que tus hijos no pasarán desapercibidos, es el de la muerte. Solo deberás emplear un traje negro con capa y una guadaña que podrás comprar en cualquier bazar; pintando también la cara de blanco, y marcando las cuencas de los ojos y una sonrisa de negro. Trucos sencillos para disfrazar a tu hijo en Halloween. Recuerda que puedes añadir los accesorios y otras ideas propias que desees.
